OPINIÓN: un mar azul que siempre evitará un naufragio

#ElDato: De 35 finales de torneos cortos que se han  jugado, los embajadores solo han disputado la del 16 de diciembre de 2012.

Cuando la anhelada estrella 14 ascendió al firmamento capitalino, las pesadillas albiazules parecían ser parte del pasado. Pero el júbilo no duró más de tres años, las pésimas gestiones revivieron los tiempos de angustia y drama. Nacional ganó su título 15 y después de más de 60 años Millonarios dejó de ser «el más veces campeón». Un duro golpe en el ego para afrontar una realidad inminente: hace décadas que no son el mejor equipo de Colombia…

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La grandeza embajadora es innegable, el Club Deportivo Los Millonarios tiene escritas mil y un páginas doradas en la historia de nuestro fútbol. Tristemente hoy son solo eso, historias. El escudó que defendió Alfredo Di Stéfano ha sido burlado por jugadores que no merecían llevarlo en su pecho, el fiel reflejo de un gigante que han ido desangrando. Pero que aún se sostiene por algo que lo sigue haciendo enorme y que nunca podrán arrebatarle: su hinchada.

Esa misma que hoy protesta en contra de Serpa y Camacho, los títeres de Amber Capital. Un fondo de inversión para el que Millonarios no pasa de ser una simple aventura comercial. Una empresa en una situación complicada que adquirieron para reorganizar y exprimir hasta la última gota en la que muestran su ignorancia en materia deportiva, jamás han mostrado ambición de consolidar un proyecto para ser campeones y corresponder al espíritu colosal de la institución.

Por ahora, los días de gloria parecen lejanos, encerrados en la memoria de aquellos que se deleitaron con los recitales de aquel mítico Ballet Azul que imponía autoridad con tetracampeonatos. Sin embargo, la solución está tan cerca que parece invisible –Nacional y Santa Fe dieron luces del rumbo a seguir- hay que invertir para dar un salto de calidad y poner al frente gente que sepa de fútbol, que entienda la cantidad de posibilidades que ofrece la pasión millonaria.

Una pasión heredada que se desborda en un inmenso mar azul, que a pesar de un amor pocas veces correspondido siempre ha evitado un naufragio. Porque la grandeza de Millonarios y la fidelidad de su afición han sido y serán más grandes que la indolencia y avaricia de sus empresarios.

-Sebastián García Barreto.