#ElDato: El extremo de Senegal debutó en 2012 y ya ha marcado 105 goles en su carrera.
A sus 10 años se ilusionaba con los rugidos de los Leones de Teranga en la primera Copa del Mundo a la que clasificaron, hoy Sadio Mané comanda a Senegal en su segunda aparición mundialista.
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Una épica historia que comenzó en la pequeña y humilde aldea de Bambali, su familia vendió todo y sus amigos de aldea pusieron lo que pudieron para que el talentoso niño hiciera un arriesgado viaje a Dakar para probar sus condiciones…
No tenía guayos ni ropa deportiva, pero tenía voluntad de sobra. Mané se prometió tres cosas: no decepcionar a sus padres, convertirse en futbolista profesional y volver a su pueblo para construir una aldea.
El resto es historia, cumplió sus tres promesas. Fue una de las figuras para que el Liverpool regresara a la final de la Champions League después de 11 años. Fue el faro que guió a su país a su segundo Mundial, lo que lo convirtió en el héroe y modelo a seguir de un pueblo entero. Y durante la última temporada destinó 200.000 euros para edificar un centro educativo en su natal Bambali.
Un soñador incansable que pudo cumplir sus promesas de vida gracias a una pelota de fútbol…
