«Todavía seré Marcelo, feliz como un hijo de p…»

#ElDato: Marcelo suma su decimosegunda (12) temporada con el Real Madrid. Tras dos años en el Fluminense, llegó al fútbol europeo con la casa blanca para el curso de 2006-2007.

El lateral izquierdo del Real Madrid y de la selección brasileña, Marcelo, escribió una emotiva cara en la que cuenta como fue su infancia y algunos momentos determinantes en su vida personal y su carrera. 

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De la carta escrita para ‘The Player’s Tribune’ se rescata la vez que llegó al Real Madrid, cuando estuvo a punto de salir, la relación y enseñanza con su abuelo. También reveló que a sus 16 años no sabía que era la Champions League (suma 3 ‘orejonas’).

La casi cesión que lo aleja del Real Madrid y cómo se negó:

«Aprendes muy rápido cómo funciona el Real Madrid. Al final de mi primera temporada, el director me llamó a su despacho. Todavía era joven y alocado. llegué con mi gorra de béisbol puesta, esperando tener una pequeña charla. Él me dijo que el club me quería cedido. Entendí lo que intentaban hacer. Querían que cogiera experiencia, pero pensé que esto era el Real y que si me iba tal vez no volviera».

«Él quería que firmara un papel y sólo le pregunté una cosa: ‘Si no firmo esto, ¿no tengo que marcharme?’. Él dijo: ‘Bueno, así es. Si no firmas te quedarás si el entrenador quiere mantenerte, pero creo que necesitas coger algo de experiencia’. Pensé que tendrían que traer a unos matones para hacerme firmar aquello, así que le dije: ‘Cogeré experiencia, déjamelo a mí’. Se lo agradecí y salí por la puerta».

Jugar con sus ídolos de la infancia: 

«Al llegar al vestuario ví a Robinho, Cicinho, Baptista, Emerson, Ronaldo y Roberto Carlos. También Casillas, Raúl, Beckham, Cannavaro… El pequeño Marcelito entró ahí como diciendo: ‘¡Mierda, yo sólo conozco a estos tíos por los videojuegos!’.Podrían haberme comido vivo, pero Roberto Carlos se acercó a mí en mi primer día y me dio su teléfono para lo que necesitara». Recordó que Roberto carlos lo invitó a su casa en Navidad.

Se enteró de la Champions League: 

«Hay que saber sobre mí que hasta los 16 años no sabía lo que era la Champions League. Estaban echando un partido el Oporto y el Mónaco. Dije: ‘¿Qué diablos es eso? ¿Champions qué? Y mis amigos contestaron: ‘Tío, es la final de la Champions League'».

Su lema de vida y enseñanza del abuelo:

«¡Eh, mírame! No tengo ni un dólar en mi bolsillo pero aquí estoy, feliz como un hijo de p…», fue lo que le dijo alguna vez el abuelo y es su estilo de vida y por eso siempre se le ve sonriente. De hecho, termina su carta así: «Voy a hacer todo lo posible para poner un trofeo de oro en la vitrina de mi abuelo y si no lo hago, ¿qué puedo decir? Todavía seré Marcelo, feliz como un hijo de p…».