La emotiva carta de Follmann a un año de la tragedia de Chapecoense

#ElDato Alan Ruschel, Jackson Follmann y Hélio «Neto» Zampier son los tres únicos jugadores que salieron vivos del accidente aéreo. 

Jakson Follmann, uno de los sobrevivientes, compartió esta emotiva carta a un año de la tragedia de Chapecoense.

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«Es difícil hablar, hoy los sentimientos se encuentran confusos, envueltos de recuerdos, de memorias, de añoranza de amigos/hermanos. Llevaba siete meses en Chapecoense, pero parecía que eran muchos años. Teníamos una conexión, un amor al prójimo, éramos socios, nos conocíamos por la mirada. Brincábamos, cantábamos, jugábamos y éramos una gran familia.

Yo los guardo a cada uno dentro de mi corazón y dentro de mis recuerdos. Guardo cada sonrisa, cada detalle que vivimos juntos. ¡Mis hermanos, que me sostienen incontables veces! Es por ustedes y por mi familia que llevo una sonrisa en la cara aunque muchas veces mi corazón está triste. Es por ustedes y por la alegría que teníamos que sigo sonriendo. Alabarlos es alabar la alegría que cada uno tenía dentro de sí.

He renacido y todavía estoy aprendiendo a vivir y seguir adelante. He luchado 56 días internado para seguir vivo. En un año aprendí cosas que antes pasaban desapercibidas, como poder caminar o tomar un simple vaso de agua.

Yo sentía a Dios todos los días junto a mí. Cuando me dormía yo escuchaba él susurrar en mi oído: ¡todo va a estar bien! Al mismo tiempo que Dios hablaba conmigo, mi familia me sostenía, me daba fuerza junto a mis amigos. Yo sentía toda la energía emanada a mí, sentía el cariño de todos. Toda forma de amor y cariño me ayudaron mucho en mi proceso de rehabilitación. Nunca habrá suficientes palabras para agradecer a cada uno que ha orado por todos nosotros.
Amor, añoranza, gratitud, Dios, familia, reciprocidad, resiliencia, palabras que me han apoyado en estos 12 meses. AÑORANZA ETERNA».

 

É difícil falar, os sentimentos hoje encontram-se confusos, envoltos de lembranças, recordações de momentos, saudade de amigos/irmãos. Fazia sete meses que eu estava na Chapecoense, mas parecia muitos anos. Tínhamos uma conexão, um amor ao próximo, éramos parceiros, nos conhecíamos pelo o olhar. Brincávamos, cantávamos, jogávamos e éramos sim uma grande família. Eu guardo cada um dentro do meu coração e das minhas lembranças. Guardo cada sorriso, cada detalhe que vivemos juntos. Meus irmãos vocês me sustentam inúmeras vezes! É por vocês e pela minha família o sorriso no rosto, mesmo que muitas vezes o meu coração esteja triste. É por vocês e pela alegria que tinham que eu continuo sorrindo. Louvar vocês é louvar a alegria que cada um tinha dentro de si. Eu renasci e estou aprendendo ainda a viver e seguir adiante. Eu lutei todos os 56 dias internado para ficar vivo. Nesse um ano eu aprendi coisas que antes passavam desapercebidas, como poder caminhar ou tomar um simples copo de água. Eu senti Deus todos os dias junto a mim. Quando eu adormecia eu escutava ele sussurrar no meu ouvido: vai ficar tudo bem! Ao mesmo tempo que Deus falava comigo, minha família me sustentava, me dava forças junto dos meus amigos. Eu sentia toda energia emanada a mim, eu sentia o carinho de todos. Toda forma de amor e carinho ajudaram muito no meu processo de reabilitação. Nunca haverá palavras suficientes para agradecer a cada um que orou por todos nós. Amor, saudade, gratidão, Deus, família, amigos, reciprocidade, resiliência, palavras que me sustentam nesses 12 meses. SAUDADES ETERNAS!!!??????

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