FINAL INÉDITA: Boca y River definirán al campeón de América

#ElDato: será la última final de la Libertadores a doble partido. El Monumental recibirá el juego decisivo.

En un partido con muchos capítulos para todos los gustos, Boca Juniors demostró porque es el conjunto más copero del continente al igual 2-2 ante un difícil y aguerrido Palmeiras, gracias a su orden en todas sus líneas, rapidez para recuperar la esférica y reagruparse, además de su poder efectivo en el último cuarto de cancha y a la solidez de Wílmar Barrios, la figura de la cancha.

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Como se preveía, un gol del ‘xeneize’ dejaba contra las cuerdas a los paulistas- tras el 2-0 en la ida y teniendo en cuenta la importancia del gol de visitante- y justamente eso fue lo que ocurrió, luego del tanto de Wanchope Abila al 18″, tras una notable asistencia del colombiano Sebastián Villa, otro de los destacados en el campo del Allianz Parque de Sao Paulo.

Con este tanto, Boca supo dominar los tiempos del partido y no fue sino hasta el 53″ que Luan decretó la paridad, después de la asistencia de Felipe Melo.

Ahí el partido se partió en dos, pues los de Felipao se fueron embestida a buscar el milagro, y en algún punto estuvieron cerca, luego del penal ejecutado con clase por Gustavo Gómez, como consecuencia de una infracción obvia del rival dentro del área.

Cuando Miguel Ángel Borja entró al terreno de juego a poco menos de media hora para el cierre (se quedó con el rótulo de goleador de la Copa), solo pasaron tres minutos para que este tuviera en el 3-1 que por fortuna de lo argentinos no se dio pues la pelota pasó cerca del horizontal; sin dudarlo dos veces Benedetto, otro de los recién ingresados en la visita, logró la paridad en una jugada de ensueño, preciso cuando el reloj marcaba el 70″ y Palmeiras hacia lo mejor por acortar diferencias.

Ya con el 2-2 lo del local era sencillamente una crónica de muerte anunciada que finalmente se consumió con un empate y un desespero evidente de los brasileños que nos les quedó más remedio que aceptar el resultado y felicitar a sus rival, que por si fuera poco, se medirá en un juego épico, quizá soñado para muchos ni más ni menos que ante el River Plate de Marcelo Gallardo, que ayer eliminó a un duro Gremio en suelo gaucho.

Hagan sus apuestas señores, lo que se viene ahora es una película digna de las pantallas de Hollywood y de la crítica de los más expertos en el tema…