#ElDato: Eva Carneiro llegó al Chelsea en el 2009 cuando dirigía André Villas Boas.
Desde que Mourinho decidió prescindir de los servicios médicos de Eva Carneiro (por unos partidos) por un malentendido en la Premier League, se empezaron a conocer muchos detalles desconocidos de la médica del club londinense.
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La doctora de 41 años es el foco mediático gracias a las declaraciones que hizo su ex novio, Rupert Patterson-Ward, para el diario inglés ‘The Sun’. Según la ex pareja «Eva tenía sexo con algunos jugadores del Chelsea».
Las declaraciones del ex novia que dejan mucho de qué hablar sobre el club y su vida íntima.
“Es clasista y ambiciosa, y no tiene escrúpulos. A mí me hacía sentir como un inútil por ganar menos de 45.000 euros al año”.
“Es una ninfómana que ha arruinado mi vida”.
“No hay mucha gente que sepa cómo es en realidad. Es una mujer muy sexual, que siempre consigue lo que se propone. Yo estaba realmente colado por ella, hasta hablamos de tener una familia. Pero Eva me traicionó y me escupió”. “Me puso de patitas a la calle porque no me había esforzado lo suficiente (en complacerla) en su 39 cumpleaños”.
“Eva está obsesionada con el sexo,hacíamos el amor cada día. Un día me lesioné en el hombro, me hizo tumbar en lacama y me dijo, guiñándome un ojo, que me curaría. Tuvimos sexo salvaje. Y ella me confesó que había estado con jugadores del Chelsea”.
“Eva me pegó en la cara después de que le recriminara haber dado su número de teléfono a otro tío en mi presencia. Aparte, cuandos nos pelábamos me restregaba que se lo había hecho con cracks del club de Stamford Bridge”.
“Me contaba que había un futbolista que la acosaba especialmente, pavoneándose desnudo en el vestuario y asegurándose de que viera sus atributos. Después de un partido la llamó a su habitación de hotel y cuando abrió la puerta no llevaba nada puesto”.
“A veces cuando estábamos sentados en el sofá viendo la tele por la noche, los jugadores la llamaban y le decían que tenían la pierna dolida o problemas musculares. Ella se iba al las 9 ó 10 de la noche y no volvía hasta la mañana. Tuve que aceptar la idea de que estaba haciendo friegas especiales…”.
