Todo nació de un genial taconazo de Lewandowski para la subida de Balde, que tiró un centro a ras de suelo al segundo palo y allí apareció Franck Kessié, quien había ingresado al minuto 77, abrió la cara interna de su botín derecho conectando la pelota de primera y colocarla ajustada contra un palo lejos de Courtois para estampar el 2-1 del Barcelona sobre Real Madrid prácticamente en el último suspiro del encuentro disputado en el Camp Nou.
Con este triunfazo el conjunto culé estiró a 12 puntos la ventaja sobre los merengues en la cima de la Liga. Cabe mencionar que ningún equipo ha perdido el título con una ventaja así a estas alturas de la competición en toda la historia.
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