La surrealista escena del enojo de Richarlison porque no lo dejaron patear un penal

La insólita secuencia inició cuando después de que le cometieron penal al capitán Coleman, el delantero brasileño rápidamente fue a buscar la pelota para hacerse cargo de la pena máxima, pero al parecer con antelación estaba designado que Calvert-Lewin fuera el encargado de las ejecuciones, porque Townsend y luego el propio Coleman literalmente tuvieron que sacarle la pelota de las manos, tratar de calmarlo y alejarlo del punto penal.

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