La salvada de Jordan Archer es para ver una mil veces.
El guardameta sabía que no podía sacar con la mano un pase de larga distancia de un compañero e hizo un salto perfecto y desvió la pelota con la cabeza por arriba del travesaño.
por Sebastian Garcia
La salvada de Jordan Archer es para ver una mil veces.
El guardameta sabía que no podía sacar con la mano un pase de larga distancia de un compañero e hizo un salto perfecto y desvió la pelota con la cabeza por arriba del travesaño.