Juntos pero no revueltos

Tanta es la competencia en un club de altísimo nivel como el Real Madrid, que los egos, el nombre y la tensión que se vive conlleva a  que los jugadores con el paso del tiempo cambien su percepción de sus compañeros como es el caso de Diego López e Iker Casillas, que se nota  a leguas  que no tienen la mejor relación. Un cámara grabó el instante en que ambos jugadores pasaron enfrente y ni siquiera se determinaron. Esto ocurrió en el juego entre Real Sociedad y Madrid el pasado fin de semana.