En la goleada que le propinó el Real Madrid al Granada en el Santiago Bernabéu ocurrió un hecho particular. Un niño sentado detrás de pórtico de Iker Casillas recibió un pelotazo de parte de Rochina. Preocupado por estos hechos, el portero madridista le ordenó al cuerpo médico atender al pequeño aficionado. Al final del primer tiempo, Casillas lo tuvo presente y se acercó para regalarle su camiseta.