Las apuestas son un ícono en todos los ámbitos del juego. Actualmente las apuestas, sobre todo en el fútbol colombiano han tomado un rumbo inesperado, ya que están facturando 1,3 billones de pesos anualmente. Sin embargo, estas apuestas amenazan la esencia del deporte. Es importante prohibir que futbolistas, técnicos y árbitros puedan apostar sin que haya consecuencias mayores posteriormente.
Debates, polémicas y discusiones sobre las apuestas Los seguidores del América acabaron decepcionados y los del Millonarios también. A pesar de ser los afortunados visitantes victoriosos y de dar el primer paso con el pie
derecho se quedaron con mal sabor de boca. En el centro de debates, polémicas y discusiones está el árbitro Bismark Santiago, El hombre de negro, que tuvo a bien mostrar diez tarjetas amarillas y dos rojas a lo largo del triunfo azul 1-2 en Cali, sin contar las jugadas polémicas. Fue tomada como la pena máxima en el minuto 95 del encuentro a favor de los Diablos Rojos.
Las estadísticas finales el equipo de Millonarios se quedó con dos expulsiones y siete tarjetas de color amarillo. Lo que ocurrió fue tan rápido y extraño que Jorge Luis Pinto, el antiguo entrenador, comentó en la rueda de prensa que anteriormente no se había visto un arbitraje así. Y que espera poder decírselo al presidente de la Dimayor de manera personal. Comentó que no existe posibilidad alguna de pensar que iban a expulsar a dos de sus jugadores injustamente, además de marcar un penal también de
forma injusta.
Los futbolistas no deben ni pueden apostar
Carlos González de Acolfutpro aseguró que ya han advertido a los deportistas que no deben ni pueden apostar. El presidente del Dimayor, Jorge Enrique Vélez, comentó que vigilarán las apuestas y que van a prohibirlas dentro de los contratos de los futbolistas.
Lo que sucede en un partido, especialmente un clásico como este, será siempre motivo de discusiones. En las últimas semanas han comenzado a existir rumores de que se están manejando apuestas en el fútbol colombiano en distintos ámbitos, no solamente en los marcadores, sino en muchos momentos durante el juego.
Se comenta que las apuestas han proyectado una oscura sombra que incluso se compara con el narcotráfico, logrando oscurecer al fútbol colombiano desde los años ochenta. Ya que en ese entonces favorecieron el lavado de activos y las rápidas ganancias al anticipar deliberadamente los resultados de un partido.
Los apostadores y las casas de apuesta informales no eran muy conocidos. En este tiempo gente importante tuvo grandes ingresos en este sector supuestamente “secreto”. Así que para poder hacer frente a este tema que bajo el agua mueve billones de pesos anuales, Colombia ha decidido sostener una fuerte batalla para legalizar, controlar y formalizar el importantísimo sector económico del país.
La batalla más conocida al respecto de esta lucha es con la empresa Coljuegos, antes llamada Etesa. El avance de las nuevas tecnologías y las comunicaciones condujeron a Coljuegos a poner un reglamento en el juego de las apuestas deportivas online.
Después de un largo proceso se establecieron ciertos requisitos y normas para operar, así como lo hace el Baloto.
Coljuegos aseguró que en Colombia ya existen 17 operadores autorizados que ofrecen este tipo de pasatiempos y que en meses pasados alcanzaron más de dos millones trescientos mil cuentas que participan en apuestas en línea. Fecoljuegos mencionó que el año pasado se llegaron a facturar 1,3 billones de pesos, lográndose a razón de que ahora no solamente se apuesta a los marcadores, sino que también se apuesta al número de goles, tiros de esquina, tarjetas y mucho más.