El Santiago Bernbéu se rindió ante un mítico blanco. Raúl González Blanco fue el protagonista de una noche mágica para él por el encanto de volver al equipo de sus amores y vestirse una vez más para su gente. Además, marcó un gran gol.
El resultado es lo menos importante. Lo que vale la pena recalcar es la figura de un futbolista que es todo un señor dentro y fuera del terreno de juego.
En la cancha se ganó a la gente por sus virtudes y por fuera por sus valores.
El Real Madrid ganó 5-0 y fue una auténtica fiesta.