Arsenal quería salir campeón de la Emirates Cup en casa pero no contaba con la astucia de un Drogba que parece incansable. El marfileño no sólo es pieza fundamental en el equipo por lo que genera sino también por la importancia en los goles que marca.
Los ‘gunners’ se adelantaron en el marcador y parecía el preámbulo de una gran fiesta antes de comenzar la Premier. EL juego en conjunto se hizo ver por parte de los locales con posesión y gran cantidad de pases. Quizá el error más importante es la falta de contundencia que se genera a partir de un excesivo dominio de balón sin disparos a puerta.
Drogba fue silbado durante todo el partido. Genera temor a los rivales y a sus hinchas, ‘odio’ porque saben que el delantero puede dañar cualquier fiesta y así fue.
Primero convirtiendo un penal y a tres minutos del final, un tremendo control que lo dejó perfilado para definir y proclamar al Galatasaray campeón.
Es la segunda vez que el Arsenal no gana el torneo, la primera fiesta arruinada fue por cuenta de la Juventus.