El partido prometía ser de ida y vuelta por el presente de las dos selecciones, la calidad de sus jugadores y la historia que arrastran. Sin embargo, el partido se hizo lento.
El partido entre los dos últimos campeones del mundo dejó mucho que desear para los amantes del fútbol. España como siempre dominó el partido e Italia, que había cambiado la mentalidad defensiva, no hizo mucho por atacar.
La primera opción llegó con los italianos pero eso y poco más hicieron. España se dedicó a manejar el balón y con paciencia buscar espacios para filtrar balones.
David Silva fue el que más intentó y con el siempre motivado Pedro. Los dos jugadores hicieron más por el partido e intentaron en algunas oportunidades de media distancia.
El debut de Diego Costa deja una duda. ¿Deberá plantear Del Bosque un equipo diseñado para jugar con un 9 definido? El delantero del Atlético de Madrid tuvo poca incidencia en el juego. Los balones no llegaban y aunque recurrieron a los centros en algunos pasajes del partido, tampoco funcionó.
Pedro anotó el único gol del partido en el último tramo del mismo. La falta de goles de parte de los dos equipos fue clara y más aún cuando las opciones claras fueros escasas.
Los dos equipos probaron con nuevos jugadores pero ninguno sobresalió