El partido en la antesala daba mucho de qué hablar por todo lo que estaba en juego y lo que podría suceder en el Vicente Calderón. EL partido fue altamente entretenido y finalizó en un empate que, por lo mostrado hoy, está totalmente abierto para levantar la Supercopa.
La presentación de David Villa frente a su anterior club fue soberbia. Si bien no tuvo muchas oportunidades de gol, marcó la única que tuvo y fue en una jugada que la armó toda el y la finalizó magistralmente. Pero el gol no fue todo, el sacrificio en la cancha fue fundamental y seguro se metió en los corazones colchoneros.
Todo el Atlético de Madrid corrió como siempre. La energía que se le ve al equipo es la misma que emana Simeone desde el campo y por esta razón, el Barcelona tuvo posesión del balón pero sin generar oportunidades de anotar.
El partido fue trabado porque los colchoneros no dejaron recibir el balón cómodo a ningún rival. En todo momento presionaron y aunque cedieron el esférico, siempre tuvieron el partido bajo control.
El único momento que hizo las cosas mal el Atleti fue con el gol de Neymar. Otro jugador que cumplió con las expectativas porque entró faltando unos minutos y consiguió el gol del empate. El brasilero ingresó y salvó un punto, puntos que sólo consiguen los grandes.
Barcelona sintió mucho la presión de los locales y no encontró los mismos espacios de siempre. Recurrió a pelotazos, cuestión que no es innata al ticki-tacka y esto fue un reflejo de la desesperación por momentos de los cules.
Con intensidad los locales maniataron al Barcelona pero una desconcentración fue letal y más con un Neymar en punta. El partido de vuelta la próxima semana será abierto y todo dependerá de que el Atleti pueda mantener la intensidad y el Barca tenga un buen día.