Arsenal regaló la clasificación en la Champions League ante el Bayern Múnich y no quiso salir a jugar en la casa de los teutones. Desde el primer minuto le prestó el balón a los rivales.
Los locales hicieron su juego de dominio de balón y el Arsenal simplemente miró como paseaban la pelota de un lado a otro. Realmente decepcionante lo del Arsenal que en ningún momento luchó.
El único jugador que intentó hacer algo en la primera mitad por parte de los ingleses fue Chamberlain. El jugador encaró solo a la defensa y alcanzó a llevar un poco de riesgo pero insuficiente como para inquietar a los rivales.
Por su parte, el Bayern hizo su trabajo y mantuvo el arco en cero basado en el dominio del balón. El partido finalizó con un porcentaje de 65% para los locales y un paupérrimo 35% para los ingleses.
La segunda mitad cambió un poco por los goles pero en ningún momento se pensó en la remontada de los londinenses. Schweinteiger anotó el primer tanto del partido a los 55 minutos y dos minutos después, el empate del Arsenal en los pies de Podolski.
Una pobre actuación del Arsenal que refleja su miedo en escenarios europeos. Bayern, fuerte como toda la temporada, consigue una fácil clasificación a los cuartos de final.