Con un tridente ofensivo temible comenzó el encuentro Argentina frente a Rumania en Bucarest. Un trío que no sólo prometía goles sino también asistencias a sus demás compañeros.
Sin embargo, todo fue diferente y la figura fue Sergio Romero, el portero argentino. Si bien las opciones locales fueron esporádicas, el portero gaucho reaccionó muy bien y mostró un excelente nivel.
La dudas llegan desde la parte ofensiva. Messi, Higuaín y Agüero saltaron al campo desde el inicio y si bien dominaron el encuentro, no generaron lo que se esperaba y el partido terminó 0-0.
Rumania jugó bien replegado y saliendo en velocidad mientras que Argentina, sin mucha sorpresa, se vio maniatado en ataque por la defensa aplicada que plantearon los locales.
Argentino brilló por momento muy cortos en donde encontró a los mejores socios con Messy y Di Maria. Los dos jugadores se entendieron bien y con paredes intentaron penetrar el sólido bloque defensivo rumano.
Los dos equipos llegaron con opciones y los porteros reaccionaron bien. Sin embargo, los nombres de Argentina le obligan siempre a estar presente en el marcador.
Argentina no encontró los goles pero vio en su arco, un portero seguro.