En el Santiago Bernabéu, el club “merengue” venció por 4-2 al Osasuna en la última fecha de la Liga BBVA con una nómina plagada de suplentes.
Real Madrid derrotó este sábado al Osasuna 4-2 en su propio feudo con uno once conformado por muchos canteranos, los cuales tuvieron la posibilidad de mostrarse antes miles de aficionados madridistas que llenaron las graderías del Santiago Bernabéu.
Igualmente fue el último partido oficial de José Mourinho al frente del banquillo blanco, donde concluyó con un invicto de local en el torneo doméstico y consiguió el segundo lugar en esta exigente liga, así como el subcampeonato de la Copa del Rey y las semifinales por tercer año consecutivo de la UEFA Champions League.
El partido empezó de ida y vuelta, donde llamó la atención la titularidad de Jesús Fernández en el pórtico madridista y el lateral derecha comandado por José Callejón. Para destacar el trabajo realizado por Essien en el medio campo, así como de Luka Modric en esta zona haciendo que el Madrid se apoderara del balón y por ende dominara los tiempos del partido.
Por su parte el club navarro se dedicó a esperar, cerrar espacios y buscar contras que en contadas ocasiones surgieron efecto ante el desespero de su delantera por arremeter a la defensa merengue que normalmente estuvo atenta ante cualquier acecho de peligro.
Tuvieron que pasar 35 minutos para que el local se pusiera en ventaja por medio de Gonzalo Higuaín que aprovechó una jugada que nació a los pies de Modric para que Di María lo asistiera y este definiera con soltura frente a la salida de Riesgo.
Esta diana del Real Madrid desbarajustó por completo al Osasuna que vio como a los tres minutos su rival le aplicaba el segundo mediante un córner lanzado por Ozil que aprovechó Essien para poner las cosas 2-0.
Luego de los vestuarios Osasuna despertó y consiguió el descuento por intermedio de Roberto Torres quien chutó para vencer a Jesús luego de una estupenda jugada individual.
Sin dudas este fue un golpe anímico vital ya que los navarros se ilusionaron y así pudieron igualar las acciones gracias a Cejudo que a través de un testarazo formidable dejó en silencio al Bernabéu.
El Madrid sin proponérselo volvió a irse en ventaja gracias a Ozil que se inventó un pase entre líneas para que Benzema definiera con calidad y pusiera el marcador 3-2 sobre 68 minutos de compromiso.
A partir de ese momento la “Casa Blanca” tomó aire y empezó a jugar mucho más cómodo aprovechando también el declive de sus rival que no veía como volver hacer daño a una plantilla ampliamente superior a ellos.
Modric y Benzema pudieron sentenciar la historia pero por fortuna del Osasuna no estuvieron finos. Así las cosas cuando el partido estaba próximo a concluir, Callejón puso su cuota goleadora para decretar el 4-2 definitivo y de paso decorar la salida de Mourinho con un triunfo ante su propio público.