La ventaja final de 2-0 sobre el Cluj dejó un sabor agridulce en la casa “Nerazzurri”. Corría tan sólo 6 minutos del partido de ida entre el Inter de Milán y el equipo rumano, por 16avos de final de la Europa League, cuando, en una jugada aislada, el argentino Diego Milito fue a quitar el balón al área rival, pero desafortunadamente pisó mal y su rodilla izquierda se torció.
Los gritos de dolor de “El Príncipe” no se hicieron esperar e inmediatamente el cuerpo médico del equipo “interista” salió en su auxilio. Los gestos de sufrimiento y llanto del goleador argentino eran alarmantes cuando salió de la cancha en la camilla. La cara de preocupación del técnico Stramaccioni lo decía todo.
Horas más tarde, la desastrosa noticia para el Inter de Milán llegaba desde el Policlínico San Matteo de Pavia (norte de Italia), Diego Alberto Milito volvió a sufrir una lesión en una de sus rodillas. Rotura del ligamento anterior cruzado de la pierna izquierda, el parte emitido por los galenos italianos.
Milito, quien había reaparecido con gol en el juego en el que su equipo venció al Chievo Verona 3- 1, venía de recuperarse de otra lesión de rodilla que lo alejó de las canchas durante un mes.
«La lesión de Milito, además de ser grave desde el punto de vista deportivo, nos disgusta por su profesionalidad y por el entusiasmo que el jugador había mostrado con su vuelta», afirmó el presidente y propietario del Inter, Massimo Moratti, en agencia EFE.
Pero esta vez, la gravedad de la lesión en su rodilla izquierda dejó en jaque a “El Príncipe” y se perderá el resto de la temporada, pues su recuperación tardará como mínimo 6 meses.