La selección de Brasil parece afianzarse cada vez más en la Copa Confederaciones. Ahora los partidos amistosos que dejaron muchas dudas sobre las figuras, es cuestión del pasado y todo gracias a Neymar.
Generalmente el que está en el medio campo es el que organiza, lleva y le imprime el sello a un equipo pero ésta vez, es Neymar. Sus individualidades y el juego colectivo hacen un Brasil que se se ratifica como serio aspirante a quedarse con el título por cuarta vez en su historia.
México, en cambio, sigue generando dudas y aunque por momentos encerró a los locales, no pudo definir ni aprovechar el desborde por las bandas y el gran momento que atraviesa Gio Dos Santos. Ahora casi eliminado, los manitos deberán enfrentar a Japón y sumar en confianza de cara a lo que se le viene en las eliminatorias al Mundial.
Pero hay que hablar de la figura Neymar, más. Retrocedió cuando tenía que retroceder, recuperó balones, hizo el primer gol y gracias a una espectacular jugada individual, cerró el partido con una gran habilitación a Jo que sólo debió empujar el esférico.
El crack brasilero demuestra en cada partido la importancia de su presencia en el plantel y también el por qué todos los clubes lo querían en sus líneas, disputa que ganó el Barcelona.
