Inter de Milán jugó un gran partido en el Giuseppe Meazza contra un desconocido Tottenham. Desde el primer minuto los «Nerazzurri » buscaron la victoria y la consiguieron con goleada incluida. Sin embargo, lo único que no estuvo en los locales fue la clasificación que en un momento, no pareció tan complicada.
Los dirigidos por Andrea Stramaccioni se reivindicaron con sus hinchas aunque la alegría no fue completa. En el primer tiempo los italianos se pusieron adelante en el marcador (Cassano al minuto 20) contra los «Spurs» que, con timidez y sin Bale, no supieron manejar la diferencia de 3 goles a favor conseguida en Londres.
Los londinenses mostraron otra cara en el partido de vuelta con un equipo lento, pésimo en defensa y sin ninguna opción de inquietar el arco defendido por Handanovic. Defoe y Adebayor parecieron estatuas en ataque pues no tuvieron movilidad y el mérito de la zaga local, fue brutal con el inmortal Zanetti.
En el segundo tiempo Inter salió con la misma intensidad, un despliegue físico que después les cobraría factura. Rápido como en el primer tiempo, los locales volvieron a anotar gracia a una magnífica jugada de Palacios por zona izquierda. Los blancos, incrédulos, sólo miraban pasar a los animados rivales jugada tras jugada.
Tan mal estuvo la defensa visitante que el tercer llegó por un autogol de Gallas al minuto 78. El defensa francés no tuvo su mejor noche y que esperar de un equipo en el que el más experimentado parecía estar asustado. Inmediatamente el Inter recibió un envión anímico con el tercer gol y buscó el cuarto. Cambiasso tuvo el gol de la clasificación en el segundo minuto de reposición pero el disparo se fue desviado.
Con el 3-3 del global, se fueron al tiempo extra. Los interistas ya no podían con sus piernas y sólo se movían por el impulso de su corazón revolucionado. Pero este se detuvo con el gol de Adebayor que complicaba las cosas.
Pero estaban decididos a pasar en condición de local y Ricardo Alvarez conectó un cabezazo al minuto 110 que les devolvía el alma al cuerpo pero no las fuerzas. El desgaste psicológico y mental les cobró factura en los últimos minutos y no pudieron revertir la serie aunque ganaran goleando.
Un 4-1 final que no les alcanzó pero se fueron tranquilos al vestuario porque hicieron todo lo posible. Cosa que seguro le agradecerán sus hinchas. Por otro lado, los «Spurs» avanzan a la siguiente ronda pero con una preocupación en la cabeza: ¿Qué haremos cuando nos falte Gareth Bale?