#ElDato: Los tiquetes para la gran final serán personalizados en un juego en el que se hablará en español.
A menos de 22 días para conocer al nuevo soberano del balompié europeo, la UEFA anunció tajantemente que no venderá entradas en la taquilla del Estadio Da Luz de Lisboa, sede de la gran final de la Champions, con el propósito de evitar largas filas e inconvenientes con los aficionados que tengan la esperanza de conseguir el anhelado billete.
Para ingresar al estadio categoría 5, los boletos tendrán inscrito el nombre y apellidos completos del comprador donde además se realizarán controles de identidad en el estadio del Benfica para denegar el acceso a quienes se hagan con un boleto en reventa.
A pesar de que el templo de ‘Las Águilas’ cuenta con capacidad para 65.000 espectadores, el comité organizador solo dispondrá de 61.000 entradas para evitar roces entre ambas aficiones y así generar una completa seguridad para todos los asistentes. Cabe destacar que tanto el Real Madrid como el Atlético contarán con 17.000 entradas para repartir como ellos quieran, siguiendo los parámetros básicos de logística y seguridad de la entidad rectora del balompié del ‘Viejo Continente’.
Para el público en general se reservaron solo 3.000 boletas que fueron colocadas entre miles de participantes en un sorteo que se celebró el pasado mes de marzo a través de la página oficial de la UEFA.
Los 24.000 billetes que sobran se encuentran en poder de la misma UEFA, que los repartirá entre el comité organizador, patrocinadores, federaciones de fútbol entre otros.
El precio de los boletos oscilan entre los 70 y 390 euros, cifra muy parecida a la final del año pasado en Wembley en el juego que disputaron el Bayern Munich y Borussia Dortmund.