Tahití llegó a la Copa Confederaciones sin pretensiones, simplemente llegó a participar y a pasarla bien pues su nivel, el de un equipo amateur, no le alcanza para soñar con levantar la Copa. Prueba de ésto, la goleada propinada por Nigeria al vencerlo 6-1.
Desde el minuto 5 los nigerianos se fueron adelante, desnudando todas la falencias de los tahitianos porque el gran pecado de ellos es la defensa. Sin embargo, con el balón es otra cosa y, sin querer decir que son prodigiosos, tratan bien el balón y con transiciones rápidas parecen profesionales en algunos momentos.
Hablar de la goleada no es noticia y aunque el fútbol es impredecible, los tres puntos eran casi un hecho y solo quedaba averiguar por cuantos goles se enmarcaba la diferencia. Nigeria marcó 6 goles y los mismos rivales no parecían desilusionados. Pero…¿por qué?
Al minuto 54 sucedió lo impensado, un gol histórico para el equipo debutante. Si, un equipo amateur convirtió el primer gol en la Confederaciones. Jonathan Tehau pasará a la historia del país al ser el autor del gol del descuento y además, un muy buen gol de cabeza.
Ver la celebración de los tehitianos, incluído técnico y suplentes, dejó ver cuál era el objetivo de la selección. Marcar un gol? Puede que sí, pero también el de darse a conocer en el mundo del fútbol y sobre todo, tener la oportunidad de jugar en grandes escenarios, con grandes rivales y quizá, pedir una que otra camiseta a los rivales.
Tahití perdió con 6 goles en contra y probablemente no sumará puntos pero lo que seguro ganó, fueron miles de aficionados que asistirán al estadio y otros que por televisión, empiezan a admirar a éstos jugadores que dejarán todo en el campo. Jugadores que hacen parte de un equipo amateur.