En el debut de la Champions League 2013/2014, el “rossoneri” consiguió tres puntos valiosos que le dan confianza para todo lo que falta de la fase de grupos.
En menos de dos minutos AC Milan derrumbó todo el trabajo hecho por el Celtic de Glasgow en el césped del Estadio San Siro, consiguiendo un triunfo con las uñas y devolviendo la sonrisa a los miles de asistentes que colmaron los asientos del templo transalpino.
En este orden el club italiano que llegó por la vía de la repesca continental a la Champions, volvió a demostrar una vez más que es un equipo netamente copero a pesar de las inmensas dudas que han dejado en los últimos tiempos, donde ha obtenido resultados por debajo de las expectativas de una institución histórica con semejantes pergaminos.
Sufrió más de lo esperado para romper la malla escocesa y poder dejar a un lado la irregular imagen que mostró a lo largo de 85 minutos donde su rival tuvo coraje pero erró en la definición, hecho que pagó caro con dos dianas en un abrir y cerrar de ojos. Cabe resaltar que el plantel de Maximiliano Allegri contó con muchas bajas sensibles que se evidenciaron en el juego del siete veces campeón de Europa.
Los dueños de casa intentaron atacar con sus armas, aunque claramente estas eran poco peligrosas para hacer frente a un marcador que con el correr de los minutos se ponía en su contra y que además comenzaba a colmar la paciencia de los tifosi que no veía la manera como podían irse en ventaja.
Solo destacaron unas cuantas opciones en las que estuvo como protagonista Antonio Nocerino que pasó por encima del pórtico defendido por el espigado Fraser Forster y otra de Alessandro Matri que cabeceó con destino de gol pero con estilo despejó el golero visitante.
Ya en el complemento los británicos se tomaron confianza e intentaron sorprender a su rival de turno, donde destacó una clara opción del griego Georgios Samaras que se fue al filo del palo custodiado por el siempre atento Abbiati. Incluso a diez del cierre los foráneos pudieron silenciar San Siro con un tiro libre ejecutado por Anthony Stokes que se estrelló en la madera donde el cuida palos ya estaba más que vencido.
Sin embargo como suele suceder en este deporte, quien no los hace los ve hacer, y esto fue lo que le sucedió al Celtic que vivió en carne propia como toda la estantería se le iba al sifón. El primero de esta faena llegó luego de un zurdazo a ras del piso del colombiano Cristián Zapata tocó ligeramente el pié de Emilio Izaguirre logrando desconcentrar a Forster para poner el 1-0 y prender la fiesta en un cementerio como San Siro a esa hora. Corría el 83’.
Las cosas no podían ser peores para “The Hoops” tras recibir otro golpe tan solo dos minutos después, luego de un tiro que cobró con absoluta categoría Baloletti a todo el ángulo, el cual el golero visitante sacó con creces pero en el rebote apareció Muntari para decretar el 2-0 y encender aún más la caldera en este estadio mundialista.
Marcador francamente irreal e injusto para muchos pero al fin y al cabo necesario para una escuadra que ahora comanda el Grupo H junto al Barcelona que hoy apabulló al Ajax de Ámsterdam en el Camp Nou con triplete de Lionel Messi y otro tanto del central Gerard Piqué