Carlos Bianchi acomodó en cancha a los “pibes” que trató de hacer creer la semana anterior que había puesto frente a River, para visitar en el Nuevo Gasómetro a un San Lorenzo de Almagro que viene en franca mejoría y cada vez más lejos del temido descenso. Boca jugaría pues con un kínder en el que el único jugador con experiencia era Santiago Silva, evidentemente más preocupado por su compromiso entre semana contra Corinthians por la Copa Libertadores.
El local se hizo dueño de las acciones desde el primer minuto frente a un Xeneize pasivo, sin ideas claras y con un llanero solitario en el área rival que evidentemente no podía resolver los pocos balones que le llegaban. Al minuto 18 la superioridad del cuervo subiría al marcador, cuando Gonzalo Verón empujó en la línea un remate de Buffarini que se iba desviado.
El 1-0 hizo reaccionar a un Boca Juniors (Junior) que sin embargo no lograba hilvanar una buena jugada en ataque, San Lorenzo cedió parte de su dominio tras el tanto de la apertura.
A los 38, cuando mejor jugaba Boca, un contragolpe le permitió armar una gran jugada de gol al ciclón que terminó en un penal completamente inventado por el árbitro Pezzota, Buffarini fue el encargado de cambiarlo por gol poniendo el 2-0 en el marcador.
Apenas 8 minutos transcurrían de la segunda mitad cuando el juvenil de San Lorenzo, Ángel Correa, remató una gran jugada del cuervo para conseguir el 3-0. El equipo de Bianchi no generaba respuesta.
Después de la tercera anotación el partido se tornó aburrido e inconsecuente; por lo menos hasta el minuto 44, cuando un penal a favor de Boca fue en esta ocasión correctamente sancionado por el juez, sin embargo, Santiago Silva le negó a su equipo la oportunidad de descontar enviando el balón a las nubes. El 3-0 sería el resultado final, dándole a San Lorenzo una nueva victoria que los deja muy lejos del descenso y muy cerca de la clasificación a la Copa Suramericana.