La primera mitad no trajo mayores exigencias para las zonas defensivas tanto del local como del visitante. Sin embargo, la Roma fue la que inició las acciones de peligro en el campo contrario.
Tan sólo habían pasado dos minutos, desde el silbatazo inicial, cuando los locales se acercaron por primera vez gracias a un remate de media de distancia de Pablo Osvaldo que pasó muy cerca del palo izquierdo de Gianluigi Buffon.
Pero la visita respondería, al minuto 7, por intermedio de Miralem Pjanic, quien sacó un derechazo desde fuera del área, pero el balón pasó rozando el palo derecho del arco defendido por Maarten Stekelemburg.
De ahí en adelante no habría mayores acercamientos de ninguno de los dos equipos; pues como era de esperarse, el partido se tornó muy trabado en la mitad de la cancha a causa de las innumerables faltas cometidas por parte de los jugadores de la Roma y la Juve.
La segunda parte inició con mucha más dinámica en el terreno de juego. Al minuto 47, de nuevo, el delantero romano Pablo Osvaldo se insinuó frente al arco de Buffon con un buen remate que salió levemente desviado, tras un pase profundo realizado por Francesco Totti.
“La Vecchia Signora” respondería dos minutos después con un remate desde fuera del área del serbio Mirko Vusinic, que salió desviado de la portería del mundialista Stekelemburg. Al minuto 51 el equipo romano volvió a acercarse al arco visitante por intermedio de Pjanic. El serbio remató de pierna derecha tras la asistencia de Totti.
El partido comenzaba a cumplir con todas las expectativas de clásico. Por eso, cuando corría 56 minutos de juego, Pjanic envió un centro al área y Pablo Osvaldo remató de cabeza, pero encontró muy bien parado a ‘Gigi’, quien evitó la caída de la Juve.
Al minuto 57 Pjanic remató de tiro libre, el balón fue rechazado en el borde del área, pero el balón le quedó nada más y nada menos que a Francesco Totti, quien sin dudarlo sacó un potente remate al palo derecho de Buffon para decretar el 1-0. Este sería el octavo gol de ‘Il Capittano’ en la Serie A.
De ahí en adelante los dirigdos por Zdeněk Zeman defendieron la mínima ventaja. Vucinic, Andrea Pirlo y Alessandro Matri intentaban por todos los medios igualar el marcador, pero encontraron en Marquinhos, Torosidis y Daniele De Rossi una muralla romana muy segura e impenetrable. Con esta sorpresiva victoria, la Roma ascendió a la séptima posición de la tabla.
Mientras que la “La Vecchia Signora” sigue en el liderato, sin embargo cedió terreno frente a su escolta Napoli, que enfrentará mañana a la Sampdoria como local.