River y Boca empataron el superclásico en un partido que tuvo más goles que juego en el Monumental Antonio Vespucio Liberti de la ciudad de Buenos Aires.
El primer tiempo estuvo completamente dominado por River, dominio generado por la tranquilidad que les daba el gol de Leonardo Ponzio al minuto de empezado el mismo, tras un cobro de tiro libre y una muy floja respuesta del portero Agustín Orión.
No todas fueron buenas noticias en la primera mitad para River, ya que a los 4 minutos se vio forzado a realizar su primera sustitución por lesión del defensa central, Ramiro Funes Mori, pero la racha de mala suerte no terminaría ahí, tan sólo 9 minutos después el mediocampista Martín Aguirre sufrió una lesión en su rodilla izquierda, así a los 13 minutos del partido River Plate ya había hecho 2 cambios obligados. Los jugadores que entraron fueron Gonzales Pires (por Funes Mori) y Ariel Rojas (por Aguirre).
El dominio de River continuó a lo largo de toda la primera parte, aunque la falta de profundidad del equipo millonario no permitió la generación de más oportunidades de peligro, frente a un Boca que jugó sin convicción y muy alejado del arco de Barovero.
Los primeros minutos del segundo tiempo mostraron un dominio claro del equipo xeneize que salió con gran convicción en busca del empate, sin embargo, este no llegó y el partido alrededor del minuto 65 era un verdadero festival de ronquidos.
En el minuto 70 volverían las emociones, cuando tras un buen contragolpe de River y una magistral asistencia del uruguayo Carlos Sánchez, Rodrigo Mora dejó a Orión en el camino y con el arco libre remató para conseguir el 2-0 a favor del equipo local.
Con el 2-0 parecía que River Plate cerraba el partido, sin embargo en el minuto 74, Gonzales Pires le cometió una infantil falta dentro del área al delantero de Boca Juniors, Lautaro Acosta, la cual fue pitada como penal por el arbitro Lunati, penal que fue convertido sin ningún inconveniente por el delantero xeneize, Santiago Silva.
Se pensaba que Boca iba a recuperar el dominio del partido tras el descuento, pero en lugar de esto, vinieron las mejores oportunidades para River, con un nivel superlativo de Rodrigo Mora. Sin embargo en tiempo de adición un ataque desordenado dejó a Walter Erviti mano a mano con Barovero y puso un injusto empate en el marcador, que los visitantes celebraron como una victoria.
Un empate 2-2 que no le sirve a ninguno de los dos equipos que no han logrado mostrar un buen nivel a lo largo del campeonato.