Boca Juniors visitaba al alicaído Tigre por la fecha 15 del Torneo Final de Argentina, los de Bianchi venían de una leve mejoría desde el regresó a las canchas de Juan Román Riquelme pero los resultados seguían en su contra, el equipo de Victoria buscaba mejorar la mediocre campaña que venía desempeñando en el Final 2014.
El primer tiempo empezó con un Boca que mostraba mayor movilidad que en encuentros previos, al minuto 11 Lautaro Acosta logró sacar un remate de fuera del área que venció a Javier García pero no logró hacer lo propio con el vertical que salvaría al local de la primera anotación.
A los 27 minutos un previamente amonestado Riquelme, cometió una falta descalificadora contra Pérez García pero fue perdonado por el Juez central que ni siquiera le sacó la amarilla que hubiera significado su salida del encuentro.
El partido cada vez decaía más en calidad, Tigre se mostraba mejor con las rápidas intervenciones del propio Matías Pérez García, pero el nivel del encuentro era en general muy flojo.
La segunda mitad no propuso nada diferente, ninguno de los dos equipos lograba profundizar y la mayoría del juego se llevaba a cabo en un desordenado y sobrepoblado medio campo, las oportunidades de gol eran inexistentes y en general el espectáculo era aborrecible.
Al minuto 91 cuando el empate era más que un hecho, y uno justo por demás, Juan Román Riquelme sacó de la galera un bombazo de 40 metros que se coló por el ángulo superior derecho del portero Javier García. Con este tanto de otro partido el conjunto Xeneize lograría ganar tres inmerecidos puntos frente a un rival que tampoco hizo nada por conseguir un mejor resultado, a pesar de que están muy alejados de la lucha por el torneo, el triunfo le da cierto respiro a la crisis de resultados de Boca.