El equipo de José Mourinho igualó 1-1 con el Manchester City en Inglaterra, clasificándose a octavos de la Champions y de paso eliminando al conjunto de Roberto Mancini.
Con un arbitraje espantoso y un partido por debajo de las expectativas, el Real Madrid consiguió su pasaje a la siguiente ronda de la Liga de Campeones en el grupo de la “muerte”, ante un Manchester City que sigue demostrando altibajos en competiciones internacionales, quedando a la postre eliminado del certamen continental, por segunda año consecutivo.
Para sorpresa de propio y extraños, los citizens salieron al terreno de juego del Etihad Stadium a proponer poco y nada, demostrando falta de compromiso y poca motivación de vencer a uno de los candidatos a llevarse la corona en plena primavera. Inesperadamente, Mancini alineó desde el arranque con una línea de cinco, esquema que a la postre se iría a ver reflejado en el terreno de juego en su primera mitad.
En contraposición, los merengues salieron con un objetivo claro. En muchos traces de juego fueron amos y señores del partido, opacando absurdamente a un equipo que a pese a la altísima inyección de capital que ha tenido en los últimos años, nunca demostró carácter y por el contrario se dejó llevar por destellos oscuros.
Ya a los 10 de la inicial, los de Chamartín se encontraban en ventaja como consecuencia de un bonito gol de Benzema a pase de Ángel Di María. A Pase de Modric, el argentino se inventó un centre profundo sobre las 5.50, donde el ariete galo dio razón a su instinto goleador para anticiparse a los zagueros y definir con extrema comodidad.
Cristiano tuvo su manjar por la banda izquierda que cubría el brasileño Maicon. Siempre que tuvo la esférica y quizo avanzar, lo logró con mucha comodidad opacando considerablemente el marcaje del suramericano
