Cuando falta justo un mes para el inició de esta importante competición, tres de las seis sedes todavía están aún colgadas en cuanto a las obras, situación que tiene muy preocupado al comité organizador por la escases de tiempo.
La Copa de las Confederaciones, evento que sirve como antesala de la Copa Mundo y que desde el año 2005 se realiza un año antes del evento más importante del planeta en la sede del país anfitrión, reunirá a partir del 15 de junio y hasta el 30 de ese mismo mes a los combinados de Brasil, España, Uruguay, México, Nigeria, Japón, Tahití y Japón.
Sin embargo de las seis sedes que recibirán a estos seleccionados, tres de ellas están todavía colgadas respecto a las obras que se tenían planeadas en los diferentes escenarios.
Así pues, el Estadio Nacional de Brasilia y el Maracaná de Río de Janeiro, sedes de la inauguración y final, están todavía en obras mientras que el estadio de Recife, el Arena Pernambuco tiene problemas en cuanto al acceso de los espectadores.
Los estadios Mineirao (Belo Horizonte) y Castelao (Fortaleza) son las únicas sedes que cumplieron a cabalidad con el calendario impuesto por la FIFA, organización que había puesto como fecha límite el pasado mes de diciembre para la finalización de las obras.
La sede de Salvador demoró un poco más el tiempo estipulado por el máximo organismo del balompié mundial, aunque por lo menos ya se finalizó con todo el trabajo planteado, donde ya se han realizado dos partidos amistosos para probar el escenario de Fonte Nova.
Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, estuvo hace poco en el Estadio Nacional de Brasilia, argumentando sentirse “confiado”, teniendo en cuanta que las obras han tenido un “avance impresionante” desde enero de este año.
Por su parte el mítico Estadio Maracaná será supervisado hoy por Valcke, para determinar la situación real y plantear un cronograma relámpago para acabar con todos los trabajos aún pendientes, dentro de los cuales destacan los accesos de este tempo que albergará la final este próximo 30 de junio.
Según lo acordado, se espera que este coliseo quede en un ciento por ciento este 2 de junio, fecha en la cual el seleccionado brasilero se enfrentará ante Inglaterra en un encuentro amistoso.
Otras de las sedes, Recife, tiene aún pendiente la finalización de las obras en la estación de metro más cercana al estadio así como en los viaductos que dan acceso al Fonte Nova.
Una de las características de este estadio es su revestimiento de etileno tetrafluoroetileno, el cual permite cambiar de color en la iluminación de la fachada dependiendo del encuentro.
Con todo lo ocurrido, la FIFA exigió públicamente al comité organizador que “no se repitan estos mismos retrasos para los otras seis sedes”, evitando así más polémicas por la elección de Brasil como país organizador.