#ElDato: Los ‘esmeraldas’ lograron el bicampeonato tras vencer a los ‘tuzos’ en tiempo suplementario.
VIDEO. Este domingo en el Estadio Hidalgo, el Club León derrotó 0-2 al Pachuca en tiempo extra y se convirtió por 7ª vez en su palmarés, como el soberano del balompié azteca además de lograr su segundo título al hilo, después de vencer el semestre pasado al poderoso América.
Con goles del argentino Mauro Boselli (66») e Ignacio González a la altura del minuto (112′), los ‘panzas verdes’ derrumbaron al peseranzas del cuadro de Hidalgo que en el juego de ida había ganado 3-2 fuera de su patio y toda apuntaba que conseguiría s 6º título en su corto y exitoso palmarés.
Garra, compromiso, efectividad y corazón fue lo demostró el cuadro dirigido por el uruguayo Gustavo Matosas para dejar en el camino a un digno rival que a lo largo de todo el campeonato mostró muchas cualidades que por desgracia no pudo confirmar en el partido más importante de este torneo.
Para aquellos que no creen en las coincidencias el tiempo extra le volvió a jugar una mala pasada al Pachuca que en 2008 cayó en esta instancia en la final ante el Pumas y este domingo 18 de mayo la historia se volvió a repetir como si se tratara de una maldición.
Delanteros y porteros fueron los mayores protagonistas del juego, puestos que estos erraron a cántaros lo que hubiese supuesto un marcador más abultado. El defensor Ignacio González se convirtió en el héroe de la noche al marcar el tanto del campeonato que resume en una jugada todo el esfuerzo de jugadores, cuerpo técnico, directivos y afición por mantener al León en la élite del balompié mexicano.
Como toda final hubo momentos de muchas tensión y ese fue el factor que al final del postre favoreció a los ‘Esmeraldas’ y le dio una puñalada al Pachuca que en una abrir y cerrar de ojos veía como todo su esfuerzo se iba por la bordar hasta el punto de irse con las manos vacías a vísperas de la temporada de vacaciones.
Los locales ya en el tiempo suplementario apostaron a ojo cerrado por la tandas de los penales, pero ahí fue justamente donde despertó el León para rugir tan fuerte que al fin y al cabo se llevó el botín de oro, quedándose con la presa en praderas foráneas.