A pesar de golear 3-0 a Deportes Iquique en Montevideo, el cuadro aurinegro se despidió de la Copa Libertadores a falta de una fecha por cumplir su ciclo de fase de grupos.
Peñarol de Uruguay, pentacampeón de la Copa Libertadores de América, finalizó su participación en el máximo certamen de clubes del continente a pesar de ganar 3-0 en su propio feudo ante un debilitado Deportes Iquique ya eliminado de esta fase fechas antes. Claramente el empate de Vélez Sarsfield ante Emelec en el Amalfitani terminó por sepultar a un equipo que se acordó tarde en hacer lo que está acostumbrado hacer, pagando las consecuencias de sus actos.
Así las cosas, Vélez en primera posición y Emelec en segunda, se convirtieron en los clasificados de este Grupo A, dejando en el camino a un equipo con poca experiencia como Iquique y un león dormido que se quedó descansando más de la cuenta.
Los goles “charrúas” fueron obra del experimentado Marcelo Zalayeta, quien marcó en dos oportunidades (38’ y 74’) y Matías Aguirregaray al 75’, demostrando a priori una amplia superioridad que no alcanzó porque los uruguayos no dependían de sus propios actos como consecuencia de un arranque irregular, perdiendo puntos en casa que pesaron al final de cuentas.
Ya desde el arranque, los locales se volcaron con sed de triunfo al feudo chileno, logrando a machacarlos a lo largo del partido ya que su rival reflejó excesiva desconfianza y timidez en sus líneas defensivas. Quizá la enorme necesidad de no defraudar a su hinchada implicó el enorme trabajo del la más vez campeón uruguayo, inquietando por las bandas y pelotas paradas a un cuadro sin orden ni espíritu.
Se despide un grande que seguramente hará falta en las series de octavos, para dar paso a un viejo zorro como Emelec que buscará a toda costa hacer historia como el Barcelona de Guayaquil en los noventas y la Liga de Quito hace un par de años, cuando se alzó con la Copa siendo el equipo revelación de América.
