Chile cayó en un partido en el que no pudo encontrar respuesta a las adversidades, mientras su rival Paraguay sacó rédito de su impotencia.
En el primer tiempo del cotejo se presenciaron más patadas y golpes que fútbol, y fue precisamente en un cobro de falta directo que Chile tomaría la delantera por intermedio de Nicolás Castillo, transcurrían tan solo 8 minutos del inicio del juego.
El equipo austral supo mantener su dominio sobre el juego durante los primeros 20 minutos, pero el partido era muy friccionado y una permisiva actuación del árbitro argentino Loustau, empeoraba la situación.
Al minuto 21 la agresividad en el juego cobraría su primera víctima, cuando el defensa paraguayo Gustavo Gómez, arremetió con la pierna arriba y con mucha malicia sobre la humanidad del chileno Cuevas, el juez del compromiso para evitar que el partido se le saliera aún más de las manos, le mostró la tarjeta roja al agresor. Cinco minutos después Chile igualaría en número de protagonistas a su rival, tras una falta del jugador Lichnovsky, que le costó su segunda amarilla; con esta nueva tarjeta roja Chile llegaba a 11 amonestados y 5 expulsados en el torneo.
Diez contra diez, Paraguay emparejó las acciones, y logró voltear la cancha a su favor en los últimos 10 minutos del primer tiempo.
En el minuto 55 el juego estaba dividido, pero Paraguay parecía más punzante con un buen juego de toques y contragolpes muy bien manejados; y precisamente cinco minutos después, un excelente contra ataque le dio al equipo guaraní el ya merecido empate en el partido, el autor de la anotación fue el delantero Derlis Gonzales, uno de los destacados de Paraguay en el torneo.
El partido se hizo de ida y vuelta, pero fue evidente que las expulsiones en ambos conjuntos, favorecieron a la selección paraguaya, Chile intentaba presionar pero se encontraba con una defensa muy organizada.
La presión y el dominio de Paraguay tendrían su recompensa al minuto 77, cuando tras un cobro de tiro de esquina, Matías Pérez se adelanta a toda la defensa chilena y de golpe de cabeza marca el 2-1, ya en ese momento se presentía que en equipo de la estrella solitaria perdería su invicto en el certamen. Y el equipo paraguayo seguiría de largo en el partido, pues al minuto 81 el mediocampista Ángel Cardozo, con un gran remate de larga distancia, puso el partido 3-1, quitándole además a Chile el titulo honorario que sostenía de ser la valla menos vencida del torneo.
Nada más que agregar por parte de ninguno de los dos equipos en los últimos minutos del partido, Chile nunca se encontró en la cancha en el diez contra diez, mientras su rival supo mantener el orden y encontró los espacios necesarios para marcar la diferencia. Importante primer paso en el hexagonal final para los guaraníes.