Real Madrid venció por 3-2 al Valladolid en su visita a la ciudad pucelana; fue un entretenido partido donde las decisiones de Mourinho fueron determinantes.
El encuentro empezó con un Real Madrid tan desorganizado como su contrincante, ninguno de los dos equipos parecía ubicarse con comodidad en la grama de un Estadio José Zorrilla visiblemente afectado por el invierno.
Para sorpresa de muchos el equipo local fue quien pegó primero por intermedio de Manucho, tras un córner mal defendido por el equipo merengue al minuto 8 de juego. Pero el Real Madrid no se quedaría quieto y 5 minutos después, tras un grosero error defensivo del Valladolid, Callejón se quedaría solo en el área grande y con un sencillo toque dejaría a Benzema para definir a arco vació consiguiendo el 1-1.
El Madrid se convertiría en el casi absoluto dominador del partido tras el empate, sin embargo en el minuto 22, Manucho conseguiría de nueva cuenta una ventaja para los locales con un golpe de cabeza tras la salida de un tiro de esquina, los equipos parecían no acomodarse aun en el campo y ya habían subido 3 goles al marcador.
Cuando parecía que se terminaba la primera mitad con este marcador, Özil sacó su casta y tras enorme jugada de pared con Benzema, el alemán consiguió el empate a falta de un minuto para la culminación de la primera mitad.
Para el segundo tiempo empezarían los experimentos de Mourinho, todos con énfasis en ganar el partido como fuera, así pues, sacó a Nacho el marcador de punta derecho para dar ingreso a DiMaria y envió a Callejón a cubrir la banda derecha.
El partido era de nuevo dominado por el equipo visitante, aunque para el minuto 60 había aroma de gol en cualquiera de las dos porterías, pues a los ataques del Madrid siempre les correspondía un contragolpe de los locales, como el gol no llegaba, la experimentación de “Mou” volvió, dando ingreso a Luka Modric para remplazar a Arbeloa, dejando una extraña defensa formada por Ramos, Xabi Alonso, Pepe y Callejón quien se mudaría a la izquierda del campo, cambiando por segunda vez su posición en el partido.
La anotación parecía no iba a llegar para el equipo merengue, más aun después de un pésimo fallo arbitral que permitió anularle un gol a Ramos por un supuesto fuera de juego que fue completamente inexistente, sin embargo al minuto 71 la magia de Mesut Özil volvió a aparecer con un impecable cobró de tiro libre que se coló por el ángulo superior izquierdo del arco defendido por Daniel Hernández, poniendo el 2-3 en el marcador.
El resto del partido fue dominado con calma por el Real Madrid, quien terminó consiguiendo una victoria más apretada de lo necesario, ingeniada desde el banco por el cerebro del gran José Mourinho.