#ElDato: Brillante temporada del botín de oro de Brasil 2014 en su primera temporada en el Real Madrid: 17 goles, 18 asistencias y fue el segundo jugador del equipo que más participación tuvo en goles. Y aparte de todo, estuvo casi 3 meses lesionado.
Una caricia. Así se le puede definir al golazo que hizo ayer James Rodríguez de tiro libre frente al Getafe. Un gol que resume la brillante temporada de un colombiano que se adueñó con compostura de los cánticos del Santiago Bernabéu y, cómo no, de la mítica camiseta número 10 del Real Madrid.
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«James es un sobrevalorado que no vale 80 millones de euros», «Sólo llegó a vender camisetas». Estos fueron sólo algunos de los ecos en los primeros dos meses en la llegada del cafetero a Madrid. La prensa fue muy dura con él y lo atacó cada vez que tuvo la oportunidad en el pésimo arranque de temporada del club. Sin embargo, la estela y el récord de 23 victorias al hilo del equipo fue diluyendo gradualmente las críticas.
«Es un jugador muy joven y una inversión a futuro para este club. James vale lo que costó. Cuando lo pagas es porque un club te lo pide. Su fichaje me lo preguntaron y yo di el sí para contratarlo», señaló Carlo Ancelotti apenas llegó James al conjunto madrileño.
Es cierto que el mediocampista colombiano fue muy tímido en sus primeras apariciones con el cuadro merengue. Soltaba la pelota con rapidez y la rebeldía que lo caracterizaba en el Mónaco y la Selección Colombia brillaba por su ausencia. Todo se hacía explícito cuando el jugador, que siempre era caracterizado por sus gestos de abrir las manos pidiendo el balón con euforia, no lo hacía sino que pasaba desapercibido en el gramado del Bernabéu. Su humildad en sus primeros días pasaba a ser su peor enemigo.
Tiempo al tiempo. Eso fue todo lo que necesitó para consolidarse como uno de los referentes y, tal vez, en el jugador más regular y constante del equipo. Tanto así que en los dos meses de ausencia que tuvo producto de la lesión del quinto metatarsiano, el diez veces campeón de Europa lo extraño de sobremanera y los malos resultados volvieron a asomarse.
Y cuando volvió, volvió más fuerte que nunca. Con una actitud liderazgo, rebeldía y jerarquía pues tuvo que echarse al hombro el equipo en repetidas oportunidades. El James de los otros equipos se vestía por fin con la camiseta que alguna vez vistió Freddy Rincón. El apoyo y confianza del técnico fue indispensable. Aún cuando todos cuestionaban la titularidad de James, el italiano fue firme y potenció al máximo las capacidades del colombiano. Incluso desde una posición más retrasada ya que el oriundo en Cúcuta tuvo que jugar de interior. Donde lo puso rindió y su polivalencia lo acreditó como uno de los once fijos del Madrid.
«Ha sorprendido a todo el mundo. Sabíamos que tenía gran calidad, pero se ha acostumbrado rápido al juego del equipo. Su temporada es buena. Ha ayudado al equipo y además ha jugado con mucha humildad. Lo que distingue a James es que es un jugador de gran talento y tiene una resistencia física que no es habitual en los grandes talentos. Es un jugador top», declaró el estratega ‘Carletto’ del astro colombiano.
Desde cuando era niño soñaba con ver un colombiano en ese equipo de Zidane, Ronaldo,Raul, Figo, Roberto Carlos y Beckham; hoy los anhelos se hacen tangibles. Soñar con un Balón de Oro ya no suena tanto a utopía. James superó las expectativas y lo mejor del cuento es que tiene sólo 23 años encima.
Thomás Blanco Lineros.
@thomblalin
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