En publicaciones anteriores divulgamos la noticia titulada “Jugador le salvó la vida al capitán del Dynamo Kiev” donde resaltábamos la maniobra de Jaba Kankava, jugador del Dnipro, quien metió sus manos en la boca del capitán del Dynamo Kiev, Oleg Husyev, mientras éste convulsionaba.
Publicamos esto sin darnos cuenta que en verdad la integridad de estos dos jugadores se pudo ver comprometida debido a la valentía y el admirable Juego Limpio (Fair Play) del jugador. Sin duda alguna, respetamos y felicitamos al jugador número 6 del equipo blanco, Jaba Kankava, es de admirar que un jugador, en el fútbol de hoy donde es prima el interés personal, sea capaz de preocuparse como una madre por su hijo cuando se trata de la salud de un jugador rival, en vez de aprovechar la oportunidad de gol en el contraataque. ¡Que ejemplo!
Sin embargo, lo que no sabe Kankava es que su maniobra, llena de coraje, represento un peligro para el jugador del Dynamo e incluso para él. Lo que un manual de primeros auxilios y lo que los expertos en esta área recomiendan en los casos de convulsión es simplemente: proteger la cabeza de la víctima, con un cojín, una almohada o incluso una camiseta que amortigüe posibles golpes de la cabeza con el suelo, previniendo así traumas craneocefálicos y de igual manera retirar objetos que representen peligro para el jugador. Luego de eso se recomiendo mucha compañía para la persona, en este caso el jugador, ya que luego del síntoma convulsivo seguramente quedará desubicado (como es el caso de Oleg Husyev) o inconsciente.
En este caso la superficie era de pasto, por ende podíamos omitir el primer paso, aunque nunca esta de más una ayuda cuando se trata de resguardar la integridad física de un jugador. Lo que se debe tener en cuenta en estos casos es que los palos del arco son estáticos y considerablemente duros, por ende es recomendable cubrir o colocar algo que también amortigüe un posible golpe con el palo vertical.
En este caso el jugador del Dnipro reaccionó apresuradamente siguiendo sus instintos y, seguramente, guiándose por mitos urbanos, sin saber que esta acción, llena de agallas, podría ser, al contrario de sus intenciones, perjudicial para la salud de ambos deportistas.
En este orden de ideas, Hankava, al sujetar la mandíbula de Husyev pudo provocarle a este último una fractura en el maxilar (hueso ubicado en la cara, el más importante del viscerocráneo).
Esta fractura pudo ser producida, ya que se está sosteniendo la cabeza mientras que el cuerpo se contrae y se distensiona. Esto hace que se genere un forcejeo donde la fuerza del cuerpo de la víctima y la fuerza de los brazos, en este caso la fuerza del 6 blanco, luche. Una lucha por moverse con naturalidad y la otra por mantener abierta la boca con la noble finalidad de que la respiración de la víctima continúe. Este encuentro de fuerzas podría producir tanto la fractura previamente mencionada como, en un caso extremo pero probable, una lesión en la columna Por otra parte, el decidido jugador Kankava pudo evitar ese dolor de dedos que presentó al final de la escena, ya que una convulsión estimula los nervios para que estos reaccionen y por ende se muevan. La boca hace lo propio y muerde, en muchos casos con fuerza. En decir, los dedos del deportista del Dnipro, pudieron verse afectados hasta el punto de poder perderlos en un caso.
En conclusión, es admirable la valentía y la voluntad de Jaba Kankava, pero no es el procedimiento mas adecuado y mas recomendado. De igual manera nos encontramos muy felices por la mejora del jugador Oleg Husyev y por la esperanza de saber que en el fútbol todavía existen jugadores que no se anteponen el bien material de su equipo por la salud del rival.
Por Santiago Puentes
