Mucho fútbol…pocos goles

La primera semifinal de la Copa del Rey dejó un gran partido por parte de los dos equipos pero en los que el común denominador fue la falta de contundencia, el festival del desperdicio.

El Real Madrid salió a presionar desde el primer minuto y el Barcelona hizo su juego pausado con pases entre líneas para sorprender pero nunca esperaron encontrarse con un inmenso Varane.

El primer tiempo del partido comenzó con una emoción. A los dos minutos de partido Gerard Piqué cometió una falta en el borde el área azulgrana que ejecutó muy bien Cristino Ronaldo. El arquero Pinto reaccionó perfectamente para evitar el grito de gol blanco. El Real Madrid confió en la presión de mitad de campo hacia arriba y le rindió frutos pues recuperó balones que no supieron capitalizar pero que evitaron los ataques del Barcelona. Un tiro libre de Xabi Hernández que pegó en el horizontal y un imperdonable error de Carvalho fueron las opciones más claras para el Barcelona. Sin embargo, el conjunto visitante sólo pudo hacer su juego desde la mitad de la primera parte pero sin profundidad.

El Madrid esperó e intento contra atacar pero sin conseguirlo oportunamente salvo en una oportunidad clara que falló Benzema. Un primer tiempo entretenido pero sin gol. Los dos equipos dieron todo en la cancha, cada uno fiel a su estilo. Una primera mitad de ida y vuelta que por momentos se vio trabada en el centro del campo con choques entre rivales pero sin ninguna repercusión dentro del juego. El segundo tiempo comenzó igual que el primero, con una opción de gol del Real Madrid que falló el francés Benzema.

El primer gol llegó al minuto 50 tras un mal despeje de Callejon y una gran habilitación de Messi para que Cesc definiera ante el arquero blanco sin problemas. Con el resultado a favor del visitante y en contra del Madrid, los blancos, apoyados por su gente, se fueron arriba para buscar el empate. En ese momento se invirtieron los papeles y ahora el Barcelona esperaba para contra golpear y tuvo varias ocasiones de gol que no aprovecharon.

El Real Madrid tampoco encontraba el empate a pesar de todas las opciones de gol creadas. Pero al minuto 81 llegó el mejor jugador del partido.El francés Varane cabeceó un excelente centro de Ozil quien mejoró su productividad, para decretar el empate final. El Santiago Bernabéu presenció un festival de desperdicios porque las opciones no faltaron. Sin embargo, fue un gran partido que deja las esperanzar abiertas para el partido de vuelta que sin duda, será tremendo.