Barcelona a pesar de ya salir campeón no afloja. EL conjunto dirigido por Tito Vilanova quiere llegar a los 100 puntos y para conseguirlo debe ganar los dos partidos que le quedan en el clásico catalán frente al Espanyol y cerrará en casa frente al siempre difícil Málaga.
El partido comenzó con el tradicional pasillo que le hicieron los jugadores rivales. El Valladolid anunció por compromiso y por sus falencias, lo que sería el resultado final del partido. Un partido que dominó el Barcelona de principio a fin.
Los locales presionaron al rival desde su propio campo y además, retrocedía con marcas cuando los visitantes intentaban hacer algo. La presión fue tal que al minuto 20, generaron un error en la salida que derivó en el primer tato de Pedro.
Desde ese momento Valladolid se desentendió del partido y en ningún momento puso en aprietos al arquero Víctor Valdés. Y no sólo dejo de intentar sino que le brindó el segundo gol.
Un autogol de Marc Valiente cuando se acababa la primera mitad del encuentro. Para la segunda etapa fue igual, todo para el Barcelona y una aproximación para los visitantes. Los azulgranas hicieron todo bien pero desaprovecharon muchas oportunidades.
El descuento llegó tras un contra golpe de Manucho que fue derribado por Montoya en el área. El árbitro sancionó penal y llego el descuento visitante.
El monólogo del Barcelona duró 89 minutos y el Valladolid fue un espectador más. Un resultado de 2-1 engañoso por todo el desarrollo del partido que solo contó con un equipo, el local y campeón.