El elenco albiazul alcanzó 37 puntos, logrando un nuevo récord en la fase regular de la Liga Postobón y de paso completó 17 fechas liderando el torneo.
Los embajadores siguen imparables. Hoy, en el estadio La Independencia de Tunja, demostraron que siguen por buen camino en miras de alcanzar la anhelada estrella y en mantener la ilusión en la Copa Sudamericana.
Millonarios cogió las riendas del partido, avisando que venía a suelo boyacense con el objetivo de llevarse los tres puntos a casa. Fue un claro dominador de la esférica, teniendo la posesión de esta en un alto porcentaje de partido y dejando a Patriotas fuera de escena en reiterados traces de juego.
Sin embargo, a pesar de sus claras intenciones, nunca contó con la chispa adecuada para definir las situaciones de juego; por eso motivo, apeló entonces al juego de pelota parada donde si fue eficiente, logrando a la postre las dos anotaciones del encuentro por medio de esta vía.
Millonarios, acostumbrado desde la era de Hernán Torres a proponer, aplicó al pie de la letra su filosofía de juego arremetiendo a un Patriotas confuso y poco propositivo. Ahora bien, las veces que los locales pudieron atacar, lo hicieron de manera calcada, logrando contragolpes mortíferos que pudieron anestesiar a Millos, de no ser por la destacada labor de sus zagueros centrales y de Luis Delgado, portero que se viene destacado en los últimos encuentros.
En este sentido, se consumieron los primeros 45 minutos sin goles, pero observando un partido con varias ocasiones de gol y a su vez demasiado táctico para los locales, y físico para los bogotanos.
La segunda mitad empezó de la mejor forma para los embajadores. Como si se tratará de una recompensa al sacrificio o por cosas del destino, Millos encontró la apertura del marcador a los 49 minutos por la vía de la pelota parada.
José Luis Tancredi, se tomó confianza y pateó la esférica con elegancia, logrando engañar al cuidapalos Solís para clavar la pelota al fondo de la red y darle la ventaja a los azules.
Patriotas sintió muy duro el golpe que le daba Millonarios. No fue capaz de levantarse, de salir de las cenizas para hacer valer su cancha. Los embajadores aceleraron de tercera a quinta, emulando aquellas remontadas épicas de reconocidos pilotos del mundo motor.
Ahora bien, había algo que no dejaba funcionar a la máquina azul a la perfección. El último cuarto de cancha, fue el verdadero calvario para los dirigidos por Hernán Torres. La mayoría de veces crearon jugados exquisitas, pero comúnmente fallaron en el último pase.
Prueba de ello fue el segundo gol del partido. Una vez más, la solución fue la pelota parada. El reloj marcaba el minuto 63, y paralelamente se encontraba Luis Mosquera al frente de la redonda, dispuesto a meterla al fondo de las tres maderas. El jugador se tomó confianza y cobró como los grandes, para incrustarla en las telarañas del arco rival. 2-0 y el público a padecer.
La anotación terminó de fortalecer a los virtuales ganadores y hundió profundamente a un equipo sin corazón. Tanto es así, que Patriotas después del segundo golpe, no pudo sobrepasar el ecuador del terreno, por falta de coordinación, ubicación y gracias a la tremenda recuperación de pelota y espacios que ejecutó el azul.
Con este triunfo, Millonarios alcanzó 37 puntos en la Liga Postobón II, logrando ser el primer equipo en alcanzar este puntaje en el torneo regular que se disputa desde 2002; y de ñapa, se convierte en el primer club en permanecer 17 fechas consecutivas liderando el torneo.
Próxima fecha: Millonarios queda pendiente al sorteo de los cuadrangulares. Patriotas descansará por haber quedado eliminado y pensará en el 2013.