Maldini habló de los dos rivales más difíciles de marcar en su carrera

#ElDato: Paolo Maldini jugó 902 partidos con el AC Milan y marcó 33 goles.

Paolo Maldini es quizá una de las leyendas del fútbol más repetadas. Su amor incondicional por el AC Milan, además de su innegable calidad, le hacen ser un referente del balompié mundial.

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A sus 48 años explicó por qué nunca cambió de equipo desde los 10 años que llegó y tras 25 temporadas vestido de rossonero. «Porque ahí encontré todo lo que buscaba. Estaba en mi ciudad, con mis colores, mi familia, mis amigos, mi padre.. Empecé a jugar en el AC Milan a los diez años, así que, teniendo todo eso, nunca pensé en buscar otro camino».

Maldini aseguró que nunca estuvo cerca de irse el Milan a pesar de algunas peticiones y charlas que llegaron de otros clubes pero que las directivas «rechazaban directamente». Un caso realmente difícil de encontrar en el fútbol actual con tanto cambio de equipo por parte de algunos jugadores.

«Hay muchos que querrían hacer lo que yo hice, pero, a veces, el club tampoco es apto para cubrir todas tus ambiciones. Eso no pasó conmigo en el Milán, por ejemplo. O que el club tenga que venderte porque necesita dinero. Es muy difícil hoy en día con los nuevos mercados. En mi época, si jugabas en Italia, era muy improbable que fueras al extranjero, pero ahora es lo más normal», explicó Paolo.

Durante sus 25 largos años de carrera el defensor enfrentó a toda clase de delantero. El central reconoció los dos más difíciles de marcar: «Cuando era muy joven, jugábamos frente al Napoli de Maradona y, sin duda, es el mejor de todos los tiempos. También Ronaldo, el brasileño, fue otro jugador que durante los dos años que estuvo en Internazionale era imparable», declaró para Marca.

Sin embargo, aceptó que de la actualidad Messi habría sido un duro rival. «Contra Messi tuve la suerte de no tener que enfrentarme… Estuvo lesionado cuando jugamos contra el FC Barcelona no se cómo hubiese sido parar a Leo porque en mi época había posibilidades de hacer falta. Es imparable porque es impredecible. Se enciende en nada y tiene una velocidad de ejecución increíble. Es capaz de transformar una jugada normal en una clara ocasión de gol. Encima, bajo portería es muy bueno», finalizó.