Madrid verá el infierno desde el purgatorio

Con la salvación casi asegurada el Real Madrid visitará al Galatasaray en Estambul. El conjunto de Mourinho mereció desde el primer minuto la victoria y como creyentes, trabajaron con paciencia un 3-0 que será muy difícil de remontar en el infierno turco.

Advertidos por la capacidad de contra golpes del Madrid, los turcos salieron al Santiago Bernabéu con la intención de sumar algún punto clave en la serie. Sin embargo, la capacidad colectiva del Madrid no necesitó de estas embestidas ofensivas pues con calma, manejo de balón y mucho criterio en el último cuarto de cancha, ganaron el partido.

Tanto así, que el primer gol llegó a los 9 minutos por intermedio de Ronaldo, una definición de crack! Desde ese momento y se puede decir que desde hacía 8 minutos, el Galatasaray parecía asustado ante la manera de jugar de los madridistas muy sólidos en defensa y precisos en los ataques.

La primera estrella del campo ya se hacía notar con ese golazo. El que no tuvo mucha «suerte», fue Drgoba. Suerte entre comillas porque Varane, estuvo una vez más inmenso. Anticipó al marfileño en cada jugada, ganó por arriba, cerró las bandas que en un par de ocasiones dejaron desprotegidas Coentrao y Essien.

Benzema abrió todos los espacios, se mostró, habilitó y por justicia divina, encontró el gol en la primera mitad. Ozil en el primer tiempo fue su socio ideal, su partner. Y hablando de socios, no podemos dejar de lado a Xabi Alonso quién enamora cada vez más con su buen fútbol y sus impresionantes cambios de frente.

Galatasaray fue muy parco, apático y algunas veces, parecía entregado. Empezaron a surgir las imprecisiones y el Madrid lo aprovechó pues en ningún momento, estuvo a punto de recibir un gol. Se puede decir que mereció más goles pero con el tercer gol de Higuaín, liquidó el compromiso.

El partido de vuelta en Estambul promete ser espectacular por el ambiente, el tan temido infierno turco. Pero con éste marcador de 3 goles de ventaja, el Madrid tiene medio pie en el paraíso de semifinales y el otro, muy lejos del infierno.