Los diablos rojos cada vez más cerca del infierno de la B

Independiente se jugaba una final en el Estadio Libertadores de América en Avellaneda frente a Unión, ya que el equipo santafecino es un rival directo en la lucha por el descenso, y un rival a vencer si se tiene en cuenta su mala posición en el Torneo Final de la AFA.

El partido empezó de ida y vuelta, con más ganas que orden se vivieron unos emocionantes primeros minutos, sin embargo cuando los equipos hicieron pie en el terreno de juego fue el visitante el que tomo la iniciativa. A los 24 minutos Magnin se perdió la oportunidad más clara de los visitantes al definir muy mal un mano a mano frente al portero Rodríguez, un minuto después el mismo delantero perdería otra oportunidad clara de abrir el marcador.

Pese al dominio visitante y la falta de orden de juego, el rojo de Avellaneda consiguió a los 40 minutos abrir el marcador, cuando un centro del Rolfi Montenegro fue definido por el delantero Adrián Fernández para poner el 1-0 en el marcador.

La apertura le sirvió al equipo local para salir al segundo tiempo a imponer condiciones, los de Avellaneda se adueñaron del balón, del juego y a punto estuvieron de aumentar al minuto 22 por intermedio de Zapata y al 31 por intermedio de Osmar Ferreira, quien no supo definir ante el portero Limia.

Cuando se pensaba que el partido iba a terminar con el 1-0 o que el rojo iba a aumentar, el recién ingresado Brahian Alemán silenció al Libertadores de América con un cabezazo que significaría el 1-1 para Unión. El desespero de los jugadores de Independiente tras el empate, hizo que el equipo visitante se convirtiera en el dominador de las acciones.

El resultado permanecería inamovible hasta el final del encuentro, un empate que no le sirve a ninguno de los dos, pero que le duele más a Independiente, puesto que Unión está prácticamente condenado al descenso y el equipo de Américo Gallego busca aún esa racha que lo aleje de la pesadilla de la B.