Los blancos salieron bronceados del infierno

El gol al comienzo del partido de Cristiano Ronaldo aseguró la clasificación aunque por un momento, en la segunda mitad, la remontada a la serie por parte del Galatasaray pereció posible. El Madrid se relajó 60 minutos de partido y los locales aprovecharon el descuido blanco aunque no les alcanzó.

Galatasaray saltó a la cancha con toda la intención de hacerle daño al Madrid pero a los siete minutos del encuentro, Ronaldo liquidó la serie. EL Galatasaray con 5 goles por hacer y resguardar su meta, se sintió eliminado y sus ataques fueron tibios y sin profundidad. Es más, Diego López no realizó ninguna intervención importante.

El Madrid al ver el estado anímico de los locales, aflojó y empezó a jugar de trámite. Sólo esperaba que se cumplieran los 90 minutos para empezar a pensar en semifinales con certeza. Sin embargo, en la segunda mitad casi se queman los blancos.

El conjunto local jugó la segunda mitad con amor propio, con amor al club y con el respaldo de todos sus hinchas. El partido se calentó con las aproximaciones turcas que, aunque no fueron muy claras excepto una, empezaron a llegar y a inquietar la defensa. Se vio otra actitud turca y la misma actitud blanca, de relax.

Eboue le dio el empate a los turcos con un tremendo golazo al mejor estilo brasilero pero el empate no era sufciente. Quedaban 4 y un poco más de 30 minutos para hacer realidad el sueño local. Los hinchas comenzaron a cantar de nuevo en busca de la victoria, no de la clasificación.

No obstante, los dos goles seguidos de Sneijder y Drgoba, al minuto 71 y 72 respectivamente, hicieron que los cánticos tornaran otro rumbo. Si, la semifinal no parecía tan lejos como hacía algunos minutos. Con la fe puesta y la entrega total, los turcos acecharon el arco blanco que parecía anonadado ante la posible remontada.

Pero en esos momentos se ven los equipos grandes y con excelentes individualidades. La reacción pronta del Madrid después del tercer gol en contra, fue inmediata y les permitió adueñarse del balón, del ritmo y machacar un poco la esperanza turca.

El susto de ser quemados se vio en los blancos, las ganas de quemarlos, en los turcos. Pero la reacción tardía del Galatasaray les jugó en contra y también, la pronta reacción blanca no les permitió seguir avanzando.

Al finalizar, Ronaldo anotó un gol anecdótico que sólo sirve para las estadísticas del goleador pues va liderando la tabla. El madridismo sólo piensa ahora en la semifinal, la décima y los turcos, en el ran partido y su hegemonía sobre los madrileños en Estambul.