Lanús y Ponte Pretta se veían las caras en el partido de vuelta de la gran final de la Copa Sudamericana.
El conjunto granate quien fungiría de local, venía con una cierta ventaja tras sacar un cómodo 1-1 en Brasil. Los del conjunto Macaca sabían que tendrían que hacer un partido perfecto en Argentina si querían lograr el título.
El local se adueñó de las acciones desde el inicio del compromiso mientras los brasileros generaban poco y sin riesgo frente al arco de Marchesín.
Al minuto 24 el jugador Víctor Ayala aprovechó la asistencia de Ismael Blanco para poner el 1-0 en el marcador. La reacción de los visitantes fue prácticamente nula tras el gol, el conjunto granate continuó siendo el dominador del partido.
Al cierre de la primera mitad Ismael Blanco anotaría el 2-0 para Lanús, dejándolos con una importante ventaja en la serie y en inmejorable momento para irse al descanso.
En el segundo tiempo el conjunto local siguió apretando mientras los visitantes parecían no encontrar la respuesta para darle vuelta al encuentro. Tras el minuto 20 el juego se tornó aburrido, los locales empezaron a aflojar y los visitantes no mostraban absolutamente nada que hiciera pensar a alguien que podrían remontar.
Al final se dio la lógica que se mantuvo durante la serie final y Lanús se consagró como el mejor equipo suramericano del semestre de la mano de los mellizos Barros Schellotto, Ponte Pretta fue incapaz de mostrar el nivel exhibido a lo largo del torneo en la serie definitiva, y se quedó sin premio de consolación tras descender en el futbol de Brasil.
El título es sin duda un premio a un equipo serio que ha seguido procesos que son muy difíciles de mantener en un futbol inmediatista como el argentino, Felicidades al granate campeón.