La Vecchia Signora jugó a la italiana logrando el ciento por ciento de sus opciones de gol que a la postre, se convirtieron en goleada.
Un gol de camerino de Alessandro Matri al minuto 3 de partido, abrió el telón para el conjunto de Antonio Conte en el Celtic Park ante la presencia de 60.000 espectadores, que apoyaron a capa y espada a su equipo que sufrió para atacar y a la hora de contrarrestar.
El equipo transalpino jugó fiel a su estilo defensivo, el cual le ha entregado numerosos títulos en el ámbito local e internacional. Consiguió en los diferentes pasajes del encuentro, supeditar a una escuadra optimista por haber derrotado al Barcelona en la fase de grupos y por estar en su propio feudo que al fin y al cabo le sirvió para poco y nada.
Los dos tiempos fueron un espejo. The Hoops se dedicaron hacer centres una y otra vez, apostando por algún error en la zaga de la Juve y sacando tajada a la gran talla de sus arietes. Por su lado el Bianconeri se dedicó a jugar única y exclusivamente al pelotazo y a su vez a hacer un cerrojo cada vez que su rival intentaba arrimársele a su terreno.
Como era de esperarse tanto por la funcionalidad de cada línea como al talento individual, la visita tuvo cautela, se esforzó poco en el último cuarto de cancha y cada vez que llegó con decisión, consiguió convertir para dejar sentenciada la serie.
El segundo y tercer tanto del match llegaron sobre el cierre, con dos excelentes jugadas de Claudio Marchisio al 77’ y Mirko Vucinic al 83’, luego de un error notable del nigeriano Efe Ambrose que ya había tenido culpabilidad en el primer tanto de los italianos.
Final de partido y posiblemente serie sentenciada, pues la vuelta se jugará en el Juventus Stadium y será el Celtic el que tendrá que marcar si o si además de dejar su arco en ceros. Difícil tarea entendiendo el estilo de juego de los de Conte.
