Con fervor y pujanza, los pupilos de Óscar Tabarez recordaron brillantes proezas para enamorar y hacer suspirar a millones de fanáticos, los mismos que hace un par de semanas criticaban a sus jugadores.
Ayer en el Estadio Nacional de Lima Uruguay consiguió moñona. Venció a domicilio a un rival directo como Perú 1-2 que quedó al borde de la eliminación y de pasó logró el triunfo más importante en época de vacas flacas. Surgió en la clasificación general de las Eliminatorias y ahora está cerca de Ecuador en búsqueda de un cupo directo Rumbo a Brasil.
Con coraje, orgullo, jerarquía, determinación, concentración, garra y efectividad la bicampeona del mundo lidió con un rival presionado a ganar como Perú, sabiendo cuando atacar y cuando escudarse, terminando la faena con más comodidad de la pensada y consiguiendo a la postre su segunda victoria al hilo fuera de su patio, tras vencer hace un par de meses a Venezuela por la mínima en Puerto Ordaz.
Así las cosas, volvió la “celeste” , la de los jugadores de talla que dejó en alto su bandera en la pasada Copa del Mundo con sede en Sudáfrica. Como se preveía, Perú inició más fuerte, sobretodo imponiendo condiciones en el medio campo, dejando a los “charrúas” muy complicado en esta zona del campo preciso cuando decidió jugar por las bandas.
Fernando Muslera se convirtió en un pilar fundamental del plantel dirigido por Tabárez para aguantar el arco en ceros, que sacó dos remates con destino de gol de manera impresionante. A su vez Diego Godín fue un peón con vocación de alfil, cortando juego con autoridad.
Con el paso de los minutos la visita pasó del aguante a la poesía. Luis Suárez, hoy por hoy uno de los mejores arietes del mundo se inventó una jugada en medio de la zaga siendo tocado. Sin pensarlo dos veces, el colegiado decretó pena máxima que el mismo futbolista se encargó de cobrar con soltura para silenciar el templo “inca” al minuto 42’.
Claramente este gol terminó por hundir poco a poco al conjunto de Markarián, que no logró contener la ansiedad para poder remontar y por ende Perú empezó a desmoronarse. Como muestra de ello fue la expulsión de Yotún que dejó a los locales aun más complicados gracias al juego inteligente del “Pistolero”.
En la segunda manga los “celestes” supieron manejar el tiempo del partido, más cuando Suárez volvió a empotrar la esférica al fondo del arco defendido por Raúl Fernández a través de un balazo dentro del área.
Con el partido en sus manos, Uruguay supo calmar los ánimos de los peruanos que solo pudieron descontar cerca del cierre del partido (84’) por intermedio de un perfecta ejecución de Jefferson Farfán de tiro libre. ¡Golazo!, pero insuficiente.
Ahora el actual semifinalista del mundo está más vivo que nunca y deberá demostrarlo ante una difícil Colombia este próximo martes en el césped del Centenario de Montevideo.