Los dirigidos por Luis Fernando Suárez noquearon a los “manitos” en un nuevo compromiso de Eliminatorias de la Concacaf. José Manuel de La Torres fue destituido.
En estado de coma terminó ayer la Selección de México luego de perder 1-2 ante su similar de Honduras en el mítico estadio Azteca de México D.F, cayendo a la cuarta posición del Hexagonal final y quedando muy comprometido para clasificar a Brasil 2014, teniendo en cuanta que apenas restan tres salidas y la siguiente es justo ante el eterno rival, Estados Unidos, en el imperio yankee.
En menos de dos minutos los tiestos se le cayeron al conjunto del “Chepo” de la Torre que ganaba con un gol de camerino de Oribe Peralta recién a los 6 minutos y sobre el 64’ y 66’ recibió dos golpes bajos de los cuales nunca pudo despertar como para pensar en la remontada, factor que produjo una derrota no esperada por nadie y que deja a los “aztecas” tambaleando de cara a conseguir el billete a tierras brasileñas.
Fue uno de esos días donde se escribieron extractos de las páginas más negras del balompié mexicano, entendiendo las circunstancias y el momento de la selección que a la postre se quedó sin estratega justo en un momento que no ha pié para ensayos. Además, cabe resaltar que en estos tiempos ya nadie respeta a México de local, donde solo ha conseguido tres de 12 puntos posibles.
Luego del 1-0, todo era alegría en las graderías de un templo referente en el mundo como el Azteca. Los locales tuvieron 25 minutos de exquisitez donde demostraron su sangre por este deporte, pero por sorpresa de loas más de cien mil espectadores que colmaron las gradas de este estadio el equipo se fue en picada a grandes revoluciones empañando todo lo esto hasta ese entonces.
Honduras fue Géminis con dos caras muy distintas: la del equipo tímido e indeciso y la de un plantilla con determinación y acierto en parte gracias al relevo de Suárez apostando en la segunda parte por Jerry Bengston, logrando a la postre despedazar a un conjunto “manito” desalmado.
Para el complemento las papeletas cambiarían de colores, transformándose en azul blancas en todo su esplendor. Honduras mostró ser una plantilla con carácter, decidida a intentarlo y por qué no tumbar a un rey que ha estado muchos años en el trono, pero que como siempre suele ocurrir, tarde o temprano le llega su hora.
Con el correr de las manecillas del reloj los dueños de casa cambiaron su propuesta futbolística, tomando la decisión de presionar y aguantar en vez de atacar para cuidar el resultado. Honduras ni corto ni perezoso siguió haciendo su tarea cerca del minuto 20’ del complemento logró la paridad (Jerry Bengtson), sin nunca imaginarse que en menos de 120 segundos se pondría por delante en el marcador con un tanto de Carlos Costly.
Este fue el momento que propuso el inicio de una crónica de muerte anunciada para los hombres del “Chepo”, ya que la misma afición era la que ejercía presión sobre sus jugadores de manera tan directa que estos nuca pudieron levantarse de la lona para pensar al menos en un discreto empate.
En México vinieron dos cambios inmediatos, previo al ingreso de Andrés Guardado cuando aun eran vencedores, pero ninguno dio resultado y el “Tri” se transformó en un mar de desconfianzas infinitas que al fin de cuentas no pudo apagar la caldera dejándolos más que comprometidos de cara a la recta final de estas Eliminatorias.