Tras la victoria de River Plate ssobre Juan Aurich y la victoria de UANL Tigres, los dirigidos por Marcelo Gallardo se clasificaron a la segunda fase de la Copa Libertadores en un grupo que pintaba bastante oscuro para los argentinos.
Los resultados se dieron y River jugó bien en un Monumental a reventar. El ambiente, las pulsaciones de la victoria y la confianza hicieron que Gallardo mostrara lo que será River Plate de ahora en adelante.
La posibilidad de jugar contra Boca Juniors en la otra fase es casi un hecho. Un clásico de final adelantado pero que promete emociones fuertes como siempre.
El momento de Boca Juniors, clasificado cómodo en su grupo y el de River Plate en la Copa Libertadores son distintos. Genera más dudas el equipo de Gallardo pero clásico es clásico. No hay favoritos.
“Que se venga el que se ahora”, dijo Gallardo cuando se le preguntó por Boca. Una actitud que reconoce la pujanza de la banda cruzada en instancias definitivas.
«Era injusto si River se queda afuera. Al principio del primer tiempo, más allá de que buscamos y ellos se cerraron bien, jugamos con nervios. Después nos tranquilizamos”, comentó el entrenador.
“Siempre confiamos. Confiábamos también en el potencial de la gente de Tigres. Fue un partidazo. No apto para cardíacos. En especial para nosotros», finalizó.