El fantasma de Colombia: lo que pudo ser, pero no fue

#ElDato: Con 112 partidos y 11 goles, Carlos Valderrama es el jugador que más veces ha vestido la camiseta tricolor.

¿Qué le pasa a la Selección Colombia?, ¿por qué nos cuesta tanto en instancias decisivas? y sobre todo, ¿por qué no logramos ratificar nuestro favoritismo con un título?

TE PUEDE INTERESAR: “Si no ganan la Copa, que no vuelvan”

Sí, ganamos una Copa América en 2001, un triunfo que más allá de las circunstancias en las que se sorteó, nadie nos puede arrebatar. Un trofeo que le dio un respiro a un país atragantado de gloria. Pero que aún no basta, no hemos logrado dejar la huella indeleble de las brillantes generaciones que hemos tenido.

Cómo olvidar el despliegue futbolístico de la tricolor en los años 90, aquella era dorada comandada por  Carlos “el Pibe” Valderrama, “el Tino Asprilla” y Freddy Rincón. Un equipo que inspiraba temor en sus rivales, que fue tendencia en el planeta fútbol y despertó todo tipo de elogios; pero que al final se fue con las manos vacías.

El sueño mundialista que se tejió con cada balón durante años, se resquebrajó en un abrir y cerrar de ojos en octavos de final. Apenas una honrosa participación, algo que aún con el correr de los años sigue siendo difícil de explicar.

Eso sí, LA SELECCIÓN COLOMBIA se quedó  con el consuelo del 5-0 ante Argentina en el Monumental y el glorioso empate ante Alemania. Sujetados cómodamente del pasado, de lo que pudo ser, pero no fue.

Un fantasma que nos persiguió disfrazado de diferentes formas durante 16 años. Hasta que el incansable rugir de un ‘Tigre’ nacido para el gol y el ascenso meteórico de un niño que se hizo hombre en la Selección nos devolvieron la ilusión.

Desde luego no sólo fueron Falcao y James los protagonistas de otro capítulo glorioso de nuestro fútbol. José Pékerman logró conformar un equipo balanceado quirúrgicamente, juventud mezclada con una dosis de experiencia, que contó con un incansable líder, Mario Alberto Yepes.

Otra gloriosa historia en Brasil 2014, que tampoco tuvo un final feliz del todo. Más allá de si era o no gol de Yepes, nos faltó jerarquía, esa misma que tampoco tuvimos en el pasado. Es acá donde comenzamos a obtener respuestas.

No es que como buenos colombianos dejemos todo para lo el final, es que nos falta decisión para salir a hacer lo que sabemos desde el pitazo inicial, ayer fue otra enorme muestra de ello.

El fantasma de lo que pudo ser y no fue regresó a la Copa América Centenario. Ese mismo del increíble error por exceso de confianza de Higuita en Italia 90 o los 45 minutos que le cedimos a Brasil en el pasado Mundial, volvió en 10 minutos en los que Colombia no estuvo en el partido. Otra vez tuvimos que remar contra la corriente al darnos cuenta que si éramos capaces, pero al final el coraje no fue suficiente.

¿Qué nos falta? La determinación de creer y sostener nuestra idea de juego en instancias decisivas, no durante segundas partes, no después de ir abajo en el marcador. Nos falta carácter para competir contra rivales consolidados durante los 90 minutos de juego.

Esta Copa deja muchas certezas, pero también muchas dudas y habrá que espantar un fantasma que aún nos persigue, porque la mira está enfocada en Rusia 2018…

Vía| miseleccion.com.co